Haz click aquí para copiar la URL

El tren

Intriga. Bélico. Drama El Coronel Franz Von Waldheim se encuentra destacado en París con una misión muy concreta: hacerse con las modernas pinturas francesas, las mismas calificadas de "degeneradas" por los nazis, y cargarlas en un tren con destino a Alemania para el Tercer Reich. Eso sí, ha de tener mucho cuidado de no dañar la carga y, además, tiene de tiempo límite lo que tarden los aliados en reconquistar la ciudad, es decir, poco margen ya que cada vez están más cerca. (FILMAFFINITY) [+]
<< 1 6 7 8 9 10 >>
Críticas 50
Críticas ordenadas por utilidad
6 de agosto de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Apasionante y entretenida cinta bélica ambientada en los últimos días de la ocupación alemana en Francia. Un codicioso coronel de la Luftwafe (Paul Scofield), que ya ve por perdida la Guerra, retiene algunas de las obras más importantes del Louvre para destinarla en convoyes que irán en su regreso a Alemania. Y es que su amor por el arte no está reñido con su poderosa capacidad de decisión, aunque el valor total de las obras sería suficiente como para volver a reforzar la defensa de las tropas aún atrincheradas en Francia. O así lo ven algunos miembros de la resistencia francesa como el jefe de estación Labiche (Burt Lancaster) que va a ocuparse, o no, que la carga llegue, o no, a buen puerto. Depende de en que óptica se mire.

A partir de allí todo ya es una carrera a contrarreloj en que se nota la firme dirección de un inspirado Frankenheimer (director de la inolvidable “El Mensajero del Miedo” (The Manchurian Candidate, 1962). El director de “Domingo Negro” (Black Sunday, 1977) ya había trabajado con Burt Lancaster en “Los Jóvenes Salvajes” (The Young Savages, 1961) y “El Hombre de Alcatraz” (Birdman of Alcatraz, 1962). Con reparto europeo en su mayoría, se contó con la presencia del británico Paul Scofield y los franceses Michel Simon (L, Atalante) y Jeanne Moreau (La Novia vestía de Negro).
Natxo Borràs
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
12 de diciembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
He visto esta pelicula dos veces. En la primera occasion me pareció un folletín, una pelicula que destapa el lado malo de el fascismo y lo Buena que es lo occidental. En un momento en el que la Guerra fría aún era algo que todo el mundo comentaba en algun momento.
Hoy la he visto de Nuevo y me ha parecido algo extraño por momento era una obligación a realizer actos que obligaban a los siguientes. Todos sabian que iba a pasar, ... de hecho hasta el official alemán lo dice. Sin embargo, invariablemente pasa, y cuando esto ocurre no puedes evitar pensar que la vida de esa gente estaba marcada. Marcada por el desastre pues una Guerra que en realidad nadie comprende tiene lugar y te obliga ha hacer cosas que no querrias hacer. Casi nadie comprende cual es la utilidad de los cuadros, solo el official aleman comprende el problema.
Y ¿Porque entonces pienso que por un momento me pareció no ser un folletin propagandistico? Pues creo que la Guerra ya estaba perdida daba igual cuanta divisas escondieras en los lagos de Alemania y de Suiza (hay un documental sobre el tema y se sospecha que grandes cantidades de valores fueron almacenados en Suiza y Alemania).

Quizás esta pelicula tiene un elenco de secundarios geniales. La trama es interesante aunque no parece ser lo importante pues como digo el propio diaogo te la va destripando. Una pelicula muy interesante de ver aunque yo personalmente como véis no acabé de hacerme una idea de que pensaba hacer el autor con ella.

Quizás lo absurdo de las ideas cuando por ellas se producen eventos bélicos que causan muertes de forma irreparable. O quizás sea el folletín que recorde del pasado
dsanpor
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7 de febrero de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Ya no se hacen películas como las de antes” es un dicho que lleva vivo mucho tiempo, seguramente se haya referido en toda la historia de la cinematografía y afirmaciones similares se han dado en todas las artes habidas y por haber, elucubrando a los maestros antiguos. Y si bien el cine, como todo arte, se adapta y se transforma en función de la sociedad, hay también ciertos pautas que objetivamente demuestran un mayor control de la cinematografía y por ende, de su calidad (medida también en términos de audiencia). A los dichos mencionados, yo añado uno que personalmente llevo repitiendo mucho desde hace varios años. “La película está desaprovechada”.

Pues “El Tren” es uno de esos clásicos que confirman que, efectivamente, no se hacen películas como las de antes y es un ejemplo clarísimo de una película totalmente aprovechada. Partimos de un planteamiento muy interesante, seguido de una trama construida en torno al mismo que funciona a la perfección y le da rumbo y ritmo a la película, respetando sus propias normas siendo, como su propio nombre indica, un tren su hilo conductor. A esto le sumamos un elenco de actores, definidos a la perfección aunque salgan solo una vez en pantalla, reflejo de una buena creación de personajes y sustentada en actuaciones contundentes (y buenas caracterizaciones) más un dilema que hace que el espectador se plantee si el cometido del film es justificable o no. A nivel de historia y de narrativa, la película es perfecta con respecto a donde nos quiere llevar y para qué.

Y su narrativa, impecable, no impide que visualmente sea un auténtico espectáculo. El despliegue de medios de la película, digno de una gran producción que sólo el cine nos puede dar, se disfruta a la perfección gracias a una gran dirección y un gran montaje que no se apresura en cortar las tomas y que se toma su tiempo para enseñar de lo que va la película; de trenes. Es un festival ferroviario continuo, poniendo de manifiesto unas grandes dotes cinematográficas que nos permiten palpar y ver una cantidad de situaciones sobre raíles que jamás podríamos atender de no ser en una pantalla.
Clochu
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
23 de enero de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El arte y la vida humana se enfrentarán en una de las más colosales peripecias sucedidas en el transcurso de los últimos días del dominio alemán en la 2.ª Guerra Mundial.
Un tren y un puñado de cuadros, suficiente para arriesgar y sacrificar miles de vidas. Es el precio de la guerra.

Al contrario que la mayoría de trabajos que adornaron los últimos y malogrados años de su carrera, John Frankenheimer, maestro infravalorado, alcanzó la perfección estética y formal cuando dejó definitivamente la pequeña pantalla y entró, como muchos de sus coétaneos (esa generación televisiva que tanto logró en la gran industria...), a formar parte del mundo del cine a base de una serie de obras perfectas en estilo, técnica y sobre todo discurso social. Para 1.964, sus incursionaes y varias cooperaciones con Burt Lancaster le elevaron a realizador de primer nivel ("El Hombre de Alcatraz" o "El Mensajero del Miedo" son perfectos ejemplos).
Entonces el actor repite con United Artist para su contrato de cuatro películas y el proyecto es una gran aventura mitad real, mitad inventada en el trasfondo de la ocupación alemana de París, y que toma de base una novela no ficticia de Rose Antonia Valland, miembro de honor de la Resistencia Francesa e historiadora que recogió el inmenso espolio de obras de arte desde su país natal por parte de los alemanes durante el conflicto. Sin embargo Arthur Penn no se ganó el favor del poderoso Lancaster por sus pretensiones de crear una obra más intimista y cercana a los personajes...y con las mismas lo echaría a la calle.

La suerte se puso así del lado del nativo de Queens, quien a la desesperada fue a cubrir el puesto tras la cámara ya iniciado el rodaje; su habilidad para condensar el suspense y absorber al espectador lo pone de manifiesto (y no serían necesarias más secuencias para demostrarlo) en esos primeros minutos dentro del Jeu de Paume parisino durante el encuentro entre la conservadora Villard (un álter-ego no disimulado de Valland) y el coronel Waldheim, a quien embarga una obsesión: trasladar los cuadros de los artistas más famosos debido a su gran valor. Pero a lo largo del film se pondrán en contraste los dos valores atribuidos a este elemento en torno al cual girará la trama.
Esto es: el valor artístico y el monetario. Y del mismo modo el artístico y el de las vidas humanas que tanto Villard como Waldheim pretenden arriesgar por poseer dichas pinturas, aunque la conservadora del museo utilice el arte como símbolo y reflejo de la cultura del país. Importante dilema que el director mantendrá desplazando así las líneas argumentales de lo que podría haber sido una aventura bélica más (la guerra es un telón de fondo en este caso) hacia una intriga desoladora basada en la traición, el engaño y la tensión ambiental, que subraya ese blanco y negro metálico, grasiento y humeante modelado por el dúo Walter Wottitz/Jean Tournier, perfecto para la imaginería ferroviaria.

Paul Labiche, jefe de la estación de donde va a partir el tren que carga los cuadros, se verá atrapado en esta encrucijada, a sus ojos un capricho por mucho que la sra. Villard defienda su importancia. Puro ejercicio de artesanía el cual aprovecha al máximo los elementos atmosféricos y físicos (todo lo sucedido, todo lo que vemos, es auténtico, deseo de Frankenheimer de exponer su fábula del modo más realista posible), "El Tren" está dividida en tres actos bien definidos y narrados con una precisión milimétrica: la desasosegante primera hora (que ante todo transcurre en la estación de tren), la última media hora (centrada por entero en la huida y sabotaje de Labiche, ya solo ante el peligro) y un tramo intermedio que comienza con la partida del tren.

(CONTINÚA LA CRÍTICA EN ZONA SPOILER)

En este sentido, Paul Scofield brinda una magnífica interpretación como el desquiciado y repulsivo coronel, al igual que Michel Simon, Jacques Marin, Albert Rémy y Charles Millot. Y junto al gran Lancaster, quien se mete en su abnegado y duro personaje a conciencia (gran parte de sus escenas de acción las haría él mismo), gozamos de la presencia de esa Jeanne Moreau que ya rozaba la cuarentena y aún seguía conservando su irresistible belleza.
Un reparto de lujo para un cineasta que, muy inspirado en Welles, Ford y Hitchcock, volvió a demostrar sus habilidades para el entretenimiento y la acción así como para el drama y la profunda reflexión moral. Reconocida por crítica y público, "El Tren" ha quedado para la posteridad como una de las más emblemáticas obras del género y la época, el último gran film de acción rodado en blanco y negro según Frankenheimer.

Imposible discutírselo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Chris Jiménez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3 de octubre de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El tren" (1965) de John Frankenheimer ha ganado un estatus de "clásico" con el paso del tiempo.
Esta es una de las mejores películas de guerra jamás realizadas.
Lancaster incluso se quedó cojo en el film, una situación que aprovechó el magistral director Fankenheimer en la película para dar mas dramatismo en secuencias de acción.
La película está bellamente filmada en blanco y negro y está inspirada en un evento real.
"EL TREN" es más que un thriller de acción. También plantea la pregunta: qué cosas valen la pena y por las que debemos luchar.
Uno de los puntos fuertes de la película es cómo es capaz de capturar el realismo en una puesta en escena soberbia.
Los bombardeos y los choques de trenes son increíbles a la vista, ya que se utilizan equipos reales.
Frankenheimer es capaz de sobrecogernos con su trabajo de cámara.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
camegcat
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 6 7 8 9 10 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow