Frank

Frank o las ventajas de ser un inadaptado pero ser feliz con ello. Película original y diferente, con un gran trasfondo que pone la música como excusa para hablar de cosas más grandes. Las actuaciones son muy buenas destacaría a Maggie Gyllenhaal, la fotografía es muy bonita y la música está muy lograda.
100% recomendable aunque creo que es una película que va a ser amada como me pasa a mí u odiada. Disfrutadla y disfrutad de la vida sea como sea.

Uno de los mayores ñordos que he visto últimamente. La venden como una comedia musical y no es ni lo uno ni, mucho menos, lo otro. Alguien aquí ha dicho que es para amantes del cine alternativo y del rock. La acepción de cine alternativo es tan inconcreta que se puede estirar hasta el infinito, por lo que, siendo magnánimos, podríamos incluirla en ese apartado. Pero rock...!? Por favor... no hay una sola nota de rock en la película. Ni tan siquiera de música, siendo minimamente exigente.
En fin, una locura con una buena fotografía y poco más. Tal vez si estás la mitad de majara que los personajes representados o te tomas un alucinógeno llegues a sacarle algo de jugo.
Solamente el final otorga un poco de sentido a todo lo visto anteriormente. Supongo que es una de esas películas para cinéfilos irredentos, de sesudos planteamientos y que ven cosas donde el 99% de los aficionados, a secas, al cine, no.

Parecía que iba a ser una comedia, algo entretenido, para padar un buen rato, pero transcurren unos 15 minutos y ves que no es más que una majadería enfocada a culturetas, a los iniciados, a los que realmente saben de cine, pero que saben de verdad. A la gente ordinaria, a los ignorantes, a los pobres hombres, al lumpen del séptimo arte, esta cosa nos parecerá una simple estupidez. Pero eso es que no entendemos de cine... no pasa nada. Para apreciar la esencia de esta cosa ya están los críticos de cine, los guías de la masa informe. Gracias a todos ellos. Gracias de verdad por enseñar al ignorante.

Si esta película hubiese sido hecha "made in spain" las críticas de los entendidos la hubieran puesto de vuelta y media, en cambio como viene manufacturada "made in Amércia" entonces es buena, tiene humor y tiene música... Bueno pues ni lo uno ni lo otro, para empezar es una pelicula sin sentido, todo lo que ocurre es un "sinsentido", el humor que según parece es "negro o bizarro" perdonme pero yo no lo veo por ningún sitio.

La puse un mediodía que no tenía nada que hacer, nada que ver, si hubiese tenido sueño os aseguro que me hubiese dormido, acabé de verla sólo por la curiosidad de verle el careto a Frank, no diré si se consigue ver o no, eso lo dejo para los que se aventuren a ver ésta aburridísima película.

Ah..de música nada de nada, soy un gran aficcionado a la música y a veces he visto películas mediocres en las que los temas musicales brillaban y te hacían aguantar y ver toda la cinta, en este caso ni eso, los temas tocados (si es que se le pueden llemar temas) son trocitos de un "querer y no poder".

Para mi es una película totalmente aburrida, cuando me siento a ver una película quiero que me atrape, que el tiempo se me pase volando y que el final no quiera verlo por temor a que se acabe, en este caso estaba deseando que pasara la hora y treinta y cinco minutos que dura la cinta.

Si bien la extravagancia puede ser llamativa, creativa e ilusoria, incluso loable en más de una ocasión, también es capaz de convertirse en una detestable fórmula que no termine de conectar con el público más amplio, cerrando sus aciertos a círculos de rarunos u otros entendidos que sean capaces de encontrar en ella algo, y ya no digo coherencia, ni belleza, si no algún aliciente para continuar viendo la película. Creo que esa es una descripción bastante sincera sobre lo que pueda parecerme esta película; ciertamente interesante, pero igual de reprochable. Lenny Abrahamson consigue un trabajo atrayente en muchos aspectos, con un crecimiento asombroso en la propia inquietud de la incertidumbre del curioso espectador que no sabe donde llegará nada en ella, que mantiene esa sensación hasta caer en la cuenta de que nada llegará a ningún sitio predefinido y que simplemente dejará que su luminiscencia inicial vaya decrementando, aunque sea quizá sólo por intentar un fogonazo final antes de que comencemos a olvidarnos de sus matices para que únicamente le recordemos a él.

Pero, ¿quién es él? ¿Quién narices es Frank? Él es un líder, un guía, un mesías, un visionario de la música más torpe, creativa y visceral que puedas imaginar, cosa que convierte los ensayos en diversión e improvisación, dejando que Michael Fassbender demuestre que sus actuaciones van más allá de sus facciones, dejando paso a un lenguaje corporal perfectamente entendible, íntimamente definido y altamente disfrutable, convirtiéndose, sin duda, en la propia película. Él llama la atención y entorno a él girará todo, mientras Domhnall Gleeson vuelve a hacer de soso desencantado con la vida que busca una chispa y Maggie Gyllenhaal provoca algún golpe de humor con su descerebrada actuación. Esto es lo que molesta, que la creación de expectativas entre el absurdo y la sorpresa se rompa con un trasfondo que se intenta perseguir a partir de la mitad del metraje y nunca aparece. O mejor dicho, cuando lo hace, ya es demasiado tarde, desfigurando la genialidad de Fassbender y perdiendo la simpatía que podía haber ganado.

Por un vistazo a la opinión global puedo entender que he dejado algo descolgado en todo esto, pero el cuerpo no me pide darle más oportunidades a la película, fue capaz de atraerme y repudiarme por igual en su hora y media. Si es verdad que resulta original y divertida, pero hasta cierto punto en el que comienza a tambalearse, a aburrir y a destruir su trabajo previo para arrastar su existencia hasta el final en el que quiere recobrar el encanto perdido... Con todo esto sobre la pantalla, y como en otras ocasiones, nos quedaremos con la actuación de Fassbender, capaz de trasmitir con la cara tapada más que muchos otros en plenas condiciones.

CarlosDL - http://odiseaenelcine.blogspot.com.es/