Maligno

Taylor Schilling (Orange Is the New Black, Argo) está preocupada por el comportamiento perturbador de su hijo, está convencida de que algo sobrenatural está transformando la vida del pendejo.

Que su hijo diga malas palabras y revolee cosas por el aire, no significa que esté poseído, pero en ésta peli, si, y urgente tiene que ir a un chamán para que lo controle…

The Prodigy, o Maligno, es un terrible cliché que se asemeja a Chucky, pero en vez de poseer a un muñeco, lo hace con un nene. Y es una pena porque empieza bien, pero al rato ya empieza a mostrar la hilacha y a caer rápidamente en la decadencia y el aburrimiento.

Un metraje totalmente irrelevante con un pésimo final, y si hay algo que rescatar es la actuación del pibe, la fotografía, y la ambientación.

Última película del director que nos trajo la sorprendente El Pacto (2012), y que realiza en este caso una cinta sobre posesiones.

Una madre preocupada por el comportamiento perturbador de su hijo, está convencida de que algo sobrenatural está transformando la vida del pequeño y de quienes lo rodean, poniéndolos en peligro.

The prodigy parte desde un punto de vista bastante visto a excepción del motivo que se nos muestra para la posesión de turno, recordando en gran parte, por un lado a la mítica La Profecía (Richard Donner, 1976), y por otro lado y sobretodo a partir de la mitad del metraje a cintas más contemporáneas como Insidious (James Wan, 2010).

Con unas muy decentes actuaciones, destacando el inquietante papel de Miles interpretado por Jackson Robert Scott (It, 2017), un ritmo correcto y una tensión creciente, The Prodigy presenta el principal problema de no mostrarnos absolutamente nada que no esté visto ya mil veces en el cine de género, por lo que aunque la película no esté mal ejecutada en ningún aspecto, queda como una más de las muchas cintas de terror sin nada a destacar tanto positiva como negativamente.

Con una falta de originalidad importante, The Prodigy queda como un film por encima de la media que podría haber sido mucho más con un poco de riesgo, y que pasará, seguro, sin pena ni gloria.

-Nota perosnal: 6/10

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Una vez más, el terror tira de uno de sus recursos más manidos y efectivos: un niño que no es demasiado normal.
Este chavalillo con heterocromía va a dar más de un susto y dolor de cabeza a sus padres, especialmente a su madre. ¿Por qué siempre en el cine de miedo uno de los dos progenitores no cree en nada o nunca se da cuenta de lo que pasa hasta el final?
La causa del comportamiento del chiquillo es original y no es la típica posesión de toda la vida.
El niño da algo de grima, pero eso sí, no tanta como otros como Damien.
La forma en la que la madre trata de resolver esta situación chunga, también me ha gustado. El film no es tan predecible como parece al principio, o al menos a mí no me ha resultado así.
En lo que es terror, pues no es de James Wan precisamente. Tan solo hay dos o tres momentos de sobresalto y aumento del volumen sonoro.
Pero por lo menos es bastante entretenida, se deja ver y es cortita. Para cualquier fan del género, cumple y cuela perfectamente, aunque no tenga realmente ni actores conocidos ni un gran desarrollo argumental.

Seré directo y corto: The Prodigy me llegó a gustar gracias a su final, bastante atípico en este tipo de películas.

The Prodigy es una película que parece en todo momento un telefilm. A pesar de que McCarthy se esfuerza por quitarse esa máscara, lo cierto es que esta película parece sacada de una sobremesa, con una madre angustiada como protagonista intentando salvar a su pequeño (de sí mismo en este caso). A partir de aquí, clásica investigación maternal con un padre que es un mero florero, y, por una vez, un final satisfactorio para los que estamos cansados de determinadas estructuras marcadas en el género.

Desgraciadamente todo lo demás no compensa demasiado, y entiendo que alguien tenga sus prejuicios a la hora de darle la oportunidad.

Para aquel que haya leído con anterioridad alguna crítica mía, sabrá que soy un miedica, de verdad, grito, mucho, es raro el caso en el que no abandono la sala avergonzado.
En este caso, felicidades Nicholas, me has hecho saltar del asiento dos veces, eres brillante, genio, figura, maquina.

Tu lenguaje no podría ser más burdo, y explicito, pareces pretender darle un toque sutil al mensaje retirando las palabras pero haciendo extremadamente explicito todo lo demás.

¿Que significará que el niño se tape/dibuje la cara tan solo en una de sus mitades?
¿Que significará que la figura de su nacimiento se superponga a la muerte del asesino?
¿Donde está el perro? ¿Porqué habrá tantas moscas? ¿Que habrá tras esta tapia llena de sangre?
Oh, ¿Con que solo se irá si completa su trabajo? Seguro que el detalle inconexo de la victima que escapó es súper irrelevante

Como si de unos calzoncillos viejos se tratasen, todo se ve, todo se huele, y la historia hace mucho que perdió el elástico