Por unos dólares más

14/14(26/01/12) Buen segundo film de la trilogía spagueti-western de Sergio Leone con Clint Eastwood como protagonista. Aquí el guión recae en el propio realizador y en Luciano Vincenzoni (‘El Bueno, El Feo y El Malo’, ‘Agáchate maldito’ o ‘Malena’), al contrario que la anterior obra esta es original y está más depurado, emana gran ambigüedad moral y trata temas como la venganza, la amistad la avaricia o la traición, y en él hay todos elementos que reinventaron este género, tiroteos, duelos, escasos diálogos, amoralidad o misoginia. La línea argumental es simple y nítida, dos veteranos cazarecompensas, El Manco (gran Clint Eastwood) y El Coronel (gran Lee Van Cleef) se unen a regañadientes para dar caza a El Indio (buen Gian Maria Volonté) un despiadado tipo y a su banda, para ello El Manco se incrusta en su grupo, pero El Coronel parece tener algo más que motivaciones económicas para dar caza a El Indio. La cinta tiene todas las constantes del ítalo-western, antihéroes, escenarios mugrientos, protagonistas amorales, tonos elegiacos, duelos cuasi-operísticos, música muy marcada, grandes dosis de violencia y donde no faltan las porciones de humor. Leone avanza en calidad fílmica, con un ritmo muy fluido y regala escenas de gran carga dramática, le encantan jugar con elementos musicales, como lo hizo con la armónica otorgándole resonancias de muerte en ‘Erase una vez en el Oeste’, aquí lo hace con un reloj de cadena que al abrirlo suena una melodía, cosa que hace El Indio en cada duelo. La pareja Cleef y Eastwood se compenetra de lujo, se nota una gran química entre ellos, brotan chispas de en sus encuentros, se empatiza rápidamente con ellos, el otro vértice es Gian Maria Volonté que aprovecha el goloso caramelo que este villano, estos aguantan primeros planos abrasadores donde sus miradas traspasan la pantalla. Con un ritmo vibrante, de una puesta en escena es excelente, de una belleza visual magnífica, con parajes áridos (Almerienses) que emiten la seca personalidad de los pobladores de estos territorios, con una gran fotografía de Massimo Dallamano (‘Por un puñado de dólares’) traspasándonos con los tonos claros el calor ambiental, y por supuesto adornado por la gloriosa música de uno de los más grandes en lo suyo, Ennio Morricone, con una labor que es uno de sus hitos, combinando varios registros desde flauta, silbidos del jienense Kurt Savoy, la música de un reloj y más, es un protagonista omnipresente que rellena los silencios de los actores de modo sublime, elevando la tensión a niveles estremecedores en los duelos, antológico. Es una cinta de calado que evolucionaba un poco más en insuflar de vida al Western, una muy entretenida obra que nos deja secuencias de enorme lírica, siendo el zenit su maravilloso final en una era (en Los Albaricoques-Almería). Como anécdota el poncho que lleva Clint es el mismo en toda la trilogía, ni siquiera se lavó, aunque si se cosió pues en ‘Por un puñado …’ se agujereó.

Os voy a contar mi relación con esta película.

Nunca me gustaron los Westerns. Siempre los asociaba con Wayne y el séptimo de caballería, y un cierto olor añejo de escena de sábado ochentero viendo la tele después de comer.

Un día, ya muy crecidito, decido coger ese DVD barato que consiguió mi padre con el periódico. Era esta película. Picada mi curiosidad por la innumerables referencias que había oído sobre el "Spaguetti Western", la veo. Desde el inicio me engancha sobremanera, disfruto como un niño, y me alucina que, después de décadas, la peli parezca moderna. Terminé entusiasmado, le iba diciendo a todo el mundo lo buena que era la peli. Era como si hubiera probado jamón por primera vez, y uno del bueno.

Pasa el tiempo, y cada vez que veía una referencia a la peli, o la ponían en la tele, yo saltaba del sofá, y le decía a los demás, "coño, el peliculón este, que buena".

La vi varias veces, y no me cansaba. ¿La razón?, actores muy buenos, director muy bueno, música alucinante, decorados inmejorables y un carisma imperecedero. Me duele decir que el guión alguna vez no es fluido, es verdad, pero saboreaba cada vez mejor muchas escenas impagables. Como el buen jamón, cada vez me gustaba más.

Qué se puede decir de la subida a Aguascalientes, con la música "Vizio d'Uccidere" de fondo. Imposible que no se pongan los pelos de punta.

(Sigo en el Spoiler sin develar nada.)

Poco hay que decir sobre La muerte tenía un precio.
Es una obra maestra. Por supuesto, tiene que interesar el género al que pertenece, pero dentro del género... lo dicho, una obra maestra.
Leone es un maestro de la tensión narrativa (ver todas las escenas de acción, con esos silencios previos tan llenos de magia cinematográfica), la música de Ennio Morricone pocas veces ha sonado más bella y adecuada (resulta un ejemplo clarísimo de cómo una buena música hace mejor a una película), los diálogos de Leone & Luciano Vincenzoni rebosan inteligencia y profundidad, y el argumento... sí, el argumento lo hemos visto miles de veces (¿o quizás no? En la época, este tipo de western fue de lo más novedoso), pero su simplona historia de bandidos y cazarrecompensas brilla como nunca.
Entre los actores, destaca inevitablemente el trío protagonista. Lee Van Cleef es todo elegancia, confianza y presencia escénica. Tiene fuerza, es un actor de los de antes, de los de miradas y movimientos medidos. Gian María Volonté compone un villano absolutamente memorable. Y Clint Eastwood... qué decir. El Hombre sin Nombre es un tipo de personaje que él ha hecho mítico, y con éso está todo dicho.
En resumen: Hay que verla.

Segunda entrega de la trilogía del dólar firmada por Sergio Leone y protagonizada por Clint Eastwood, y en mi opinión, la mejor. Une sus armas con un genial Lee Van Cleef como el dúo de caza recompensas que van detrás de un conocido asesino al que llaman "el Indio", interpretado por Gian Maria Volonté y su docena de secuaces, que tienen puesto precio a sus cabezas.

Con esas partituras de Ennio Morricone donde el silbido es la mejor melodía que nos acompaña a lo largo de toda la película y donde impera el polvo, el sudor y la mugre del camino propio del territorio desértico donde se producen los hechos, Leone nos transporta a ese viejo Oeste donde impera la brutalidad y la ley del más rápido con las armas, como genuina representación del "spaguetti western" que imperaba en Europa gracias al innato talento de este director que hizo época y dejó su sello imperecedero en la industria del cine.

Sobresaliente, 9.

Y uno de los mejores Western de todos los tiempos.
Esta película lo tiene todo, acción, drama, humor, comedia, a excepción del romance ¡y menos mal! ya que hubiera sido un lastre para el desarrollo de la película.
Esta película es fantástica por varias cosas, empezando por sus personajes, el Coronel Mortimer, el hombre sin nombre, magnífica la química entre ambosy el Indio entre otros.
Por otro lado los diálogos, hay algunos tan buenos que ponen los pelos de punta: "Las preguntas nunca son indiscretas, las respuestas sí"
También tenemos el humor, que personajes tan ásperos se muevan del drama a la comedia tan fácilmente es asombroso. Las pinceladas de humor en la escena final vale más que una década de comedias actuales.
Y para finalizar quiero destacar la música de Morricone, que le dio a la trilogía una dimensión diferente.