Liz & Dick (TV)

No me sorprende la puntuación mediocre que tiene esta película de televisión acá, en FA. Apenas la ví pensé que sus detractores se derramarían como en un vaso lleno de agua.
Lo cierto es que el mayor fallo de la película es la relación director-guionista, quiénes parecen haber estado jugando en la sala de edición. Esto se explica con los rápidos cambios de tiempo, lugares e incluso el amor de nuestros queridos protagonistas, que puede que estuvieran un poco locos, pero no tanto para enamorarse en 5 minutos de duración, ¿No?
Las interpretaciones no me parecen pésimas, discrepo. De última los actores fueron mal elegidos, pero yo personalmente pienso que hicieron lo mejor que pudieron con esta trama que daba para mucho más. Lindsay Lohan, la persona a la que en realidad queremos ver todo el tiempo en la película, lo hace bien, cirugías y problemas personales aparte, ella no es una mala actriz. De última, el jefe/a de casting es el que se equivocó, al poner como opciones a Megan Fox o a Lohan. Entre estas dos opciones, por su "parecido" (ya que Elizabeth tenía más curvas) y también por su material como actrices, Lohan era la mejor opción. No creo que Grant Bowler esté mal, que a propósito tiene gran parecido con el Richard Burton real. Las escenas con los testimonios me parecieron agradables y cálidas. Sus vivencias con los premios, sus derroches, sus viajes, honestamente dudo de que todo sea 100% real. Ahora, los paisajes de la película por momentos eran reales, y cuándo no lo eran (decorados) se notaba mucho, cuidado con esto, es un error sólo respetable hace 70 años, cuando todavía se estaba perfeccionando el mundo del cine, no es aceptable en el 2012/13. De todas formas podríamos ignorar eso si realmente la película fuera buena y no estuviera tan vacía de argumento. Tiene cierto encanto que la salva, pero honestamente, Elizabeth Taylor y Richard Burton, merecen algo mejor. Ya llegará. Espero.

Liz & Dick narra la historia de amor entre Taylor y Burton desde que se conocieron en el set de Cleopatra hasta la muerte del actor, intercalándola con unas declaraciones imaginarias a cámara de la pareja donde dan detalles de sus sentimientos en cada acontecimiento importante. Su historia tiene todos los ingredientes de un gran romance: amor, pasión, celos, discusiones, rupturas, reconciliaciones… Sin embargo, el guión de Christopher Monger, quien estuvo mucho más acertado con el de Temple Grandin, es demasiado torpe y tosco a la hora de desarrollarlo. Por poner un ejemplo, al principio cuando se conocen se detestan, dos días después lo están haciendo como conejos y cinco días más tarde están tan enamorados que ya no pueden vivir el uno sin el otro mientras se dicen las cosas más cursis y sudadas del mundo.

El telefilme tampoco le hace un gran favor a la imagen de la pareja: a él lo presentan como un calzonazos obsesionado con ganar el Oscar que decidió mudarse a un barco para no pagar impuestos y a ella como una consentida celosa que le robaba los papeles a otras actrices para poder trabajar con su marido, además de ser materialista y fanática de los diamantes. Lindsay Lohan no tiene toda la culpa del fracaso de la película, pero pese a que en fotos pueda tener algún parecido con la Taylor no tiene ninguna credibilidad encarnándola. Lo que pasa con ella es que su vida privada ha sido tan polémica que somos incapaces de verla en la pantalla encarnando a alguien que no sea ella misma, además que se ha destrozado la cara con tanta cirugía. Su compañero de reparto, Grant Bowler, tampoco es que lo haga especialmente bien, al menos ambos van a la par en mediocridad.

Liz & Dick no es muy diferente a los biopics televisivos que estuvieron de moda en España hace no mucho sobre personajes importantes de la cultura popular patria como Isabel Pantoja, Carmina Ordoñez o La Duquesa de Alba. Todos están hechos para el disfrute de los aficionados a la prensa del corazón, remarcando los momentos que han ocupado muchas páginas de las revistas temáticas y haciendo una burda recreación de lo que creen que podría haber pasado cuando las cámaras no están delante. Es muy curioso el papel que juegan los paparazzi en Liz & Dick, tan presente en la vida de la pareja que hasta rompen a través de ella. Si tienen curiosidad y un día tonto pueden echar un vistazo a la peli, si no, mejor se mantienen alejados. Y hasta otra corazones.

Tenia muchas ganas de ver esta película, ya que tenía ganas de ver a Lindsay Lohan en un buen papel.
Pero sin duda mis ganas se fueron quitando cuando las malas lenguas fusilaron la película y a Lindsay Lohan.

Desde luego que no es un gran película, ni se merece un Oscar. ¿Pero tan mal hay que tratar una película así? Tan mal hay que tratarla porque trabaja Lindsay Lohan, una actriz que es más conocida por sus problemas personales que por su trabajo.

Yo sin duda he visto la película y debo decir, que no es una gran película. Esta entretenida y Lindsay Lohan esta aceptable. Es cierto que no es Elizabeth Taylor pero tampoco hay que juzgarla.
Lindsay llevaba casi 5 años sin estar en una película. Era su regreso, todo el mundo iba a estar pendiente de ello. Para ella fue una gran carga y ademas una gran carga para LifeTime el canal que la emitió por televisión.

Sin duda, las criticas solo fueron para ella. Nadie dijo nada de Grant Bolwer que hizo de Richard Burton. Todos hablaron de Lindsay, de su mala interpretación y de su acento.

Pero nadie pensó, en que Grant Bowler que hace un papel bastante aceptable.

Todos pusieron sus ojos ante Lindsay, una actriz que arrastraba sobre ella una larga cadena de problemas y sabía que esta película la iba a poner el el punto de mira.

Para mi su interpretación podía haber dado más de ella, porque cuando quiere trabaja bien. Su caracterización de Elizabeth Taylor me gusto. Aunque algunos looks no era de Taylor. Lindsay tiene bastante parecido a Liz por lo que eso me gusto.

La cinta fue rodada en 20 días, contó la historia de amor de Liz & Richard en menos de 88 minutos... una locura si nos paramos a pensar que en 88 minutos contaron el cuarto de siglo que estuvieron juntos.
Ademas Lindsay ni Grant están bien dirigidos. Creo que Lloyd Kramer no dirigió correctamente ni la película ni a los actores. El guion es muy flojo y hay escenas bastante pobres.

El maquillaje y peluquería es muy bueno y consiguió excelentes resultados.

Pero sin duda, vuelve a pasar con las últimos trabajo de la actriz. Que nadie la mira como actriz. Todo el mundo solo ve la vida salvaje de la actriz y no se paran a pensar ni a mirar su trabajo..

¿Oh una película con Lindsay Lohan? Seguro que es una mierda.

Y ahí se acaba todo. Nadie dice... oh una película de Lindsay, vamos a mirar que tal lo hizo, antes de ponerla verde por su vida personal.

En fin... tan solo espero, que Lindsay demuestre de una vez lo buena actriz que es. Y que no se hable antes de tiempo del filme, si llega tarde o no se sabe sus escenas. Porque eso solo hace que empeorar las criticas.

Este telefilm es como resumir en poco tiempo una historia muy, muy larga. Partiendo de esa base, ya todo tiene un mal comienzo. Un relato apurado, sacado a los tirones, medio histérico. A la Lohan el papel de Liz Taylor le queda grande y Bowler sale un poquto mejor parado interpretando a Burton.
Pero esta historia de amor turbulenta entre dos personas de personalidades fuertes como lo fueron Elizabeth y Richard está completamente desperdiciada, es como si te dieran a ver fotos con la pobre luz de una linterna con poca pila, al final no se puede apreciar nada. Sólo para curiosos que se animen a verla.

Sorprendentemente, Lindsay Lohan no es lo peor de la película. Desde luego que no es Elizabeth Taylor, ni en sus mejore sueños, y no llega ni a la suela del zapato de la diva, pero no es culpa suya que Taylor sólo hubiese una. La verdad es que, si se mira sin prejuicios por la extravagante persona de "enfant terrible" que cultivó Lohan a partir de 2007 aproximadamente, su trabajo no es malo. Tampoco es para darle un Oscar, pero no está mal. De hecho, Lohan ha entregado algunas interpretaciones de lo más simpáticas, correctas e incluso notables, como las de Ponte en mi lugar, Chicas malas o Bobby, dentro de su género.
El problema de Liz & Dick es que la narración es torpe, el aire de telefilme lo empaña todo y no se siente que esté haciendo justicia a esa volcánica y mítica pareja que formaron Liz Taylor y Richard Burton, una de las uniones sentimentales más legendarias de la historia de Hollywood, delante y detrás de la pantalla. No es una buena película, desde luego, y el guión es muy mejorable, pero tampoco es lo peor que uno se pueda echar a la cara, y no se trata de un visionado execrable, tampoco. Por lo menos entretiene. Qué menos, con sus 88 minutos de duración.