Arnold (Miniserie de TV)

Recién termino de ver este muy buen documental (o docu-serie, más bien, porque son tres partes) acerca de este gran personaje. Alguien que trascendió los límites de los campos en los que se ha destacado y se convirtió, sin lugar a dudas, en un verdadero ícono de la cultura popular a nivel mundial:

Arnold Schwarzenegger

Nos encontramos con este documental narrado por el mismo Arnold, hoy con 75 años de edad, acerca de sus inicios en un pequeño pueblo de su Austria natal, las personas que conoció y que lo ayudaron a moldear el camino que después él terminó de forjar y también tanto de sus éxitos como de sus fracasos.

Voy a dividir mi crítica en los tres episodios que relatan la vida de este personaje:

1) El Fisicoculturista: Cuando habla de sus inicios en esta disciplina que no era tan popular en ese entonces, realmente te sorprende. Cómo se superaba a sí mismo en cada entrenamiento y en cada competencia, cómo se escapó del Ejército para ir a competir en Alemania y cómo esa ambición, no solo de perfeccionar su cuerpo sino también de trascender las fronteras de su Austria natal, lo hicieron convertirse en el hombre que popularizó el fisicoculturismo a nivel mundial, además de ser considerado el amo y señor de la disciplina incluso hasta hoy.

2) El Actor y Estrella de Cine: Su faceta más popular. Cómo llegó a Los Ángeles y era rechazado por los productores de Hollywood debido a su marcadísimo acento austríaco y por su falta de habilidades actorales. Hasta llegaron a acusarlo, despectivamente, de "Nazi". Pero luego vemos cómo perseveró, así como lo hacía cuando entrenaba, para demostrar que no era solamente "una montaña de músculos". Y luego llegaron los hitos legendarios en su carrera como héroe de acción: "Terminator", "Comando", "Depredador", "Mentiras Verdaderas". También habla de su ingreso a la comedia con "Gemelos" y su "rivalidad" con el mítico Sylvester Stallone en cuanto a sus películas de acción.

3) El político: Cuando decidió postularse como gobernador de California, más de uno pensó que estaba loco. Muchos decían que era mentira o que lo hacía sólo porque su esposa por 25 años, María Shriver, era sobrina de John Kennedy. Porque la pregunta era la típica: "Es una estrella de cine. ¿Qué sabe de hacer política?". Pero así y todo, y pese a los intentos de los medios por desacreditarlo en plena campaña, logró tener dos gobernaciones Californianas y, si bien no detalla muchas cosas de su gestión, se nota sus ganas de querer hacer algo diferente, incluyendo su deseo de cerrar esa "Grieta" entre Demócratas y Republicanos en la política estadounidense. Quizás no fue el mejor gobernador de la historia de California, pero sí fue uno que trajo algo diferente.

En resumen, es un documental que nos ayuda a explorar el otro lado de un personaje conocido por todo el mundo. Dudo mucho que no haya habido un chico que no haya querido ser Arnold Schwarzenegger luego de ver sus películas.

Y ver a un Arnold que, además de seguir entrenando con más de 70 años, lo ves sincerarse acerca de sus éxitos y sus fracasos no solo en lo laboral sino también en lo personal, es una gran manera de humanizar a esta persona. Y también a las personas que trabajaron con él destacan siempre su deseo de ir siempre por más. Mismo deseo que el mismo Arnold reconoce que fue lo que lo hizo llegar a donde llegó.

Un gran producto para conocer mejor al hombre detrás de la leyenda.

Desde pequeño comencé a tener interés en el cine con esas cintas VHS que había en casa a finales de los años 90 y una de las que más veía fue 'Terminator' gracias a que venía incluido con un periódico local llamado La voz de Almería. Me quedé impresionado con aquella película a la edad de 8 años (más o menos era consciente de que no era una cinta para niños) por sus efectos especiales, su guion y sus protagonistas. Uno de ellos fue el gran Arnold Schwarzenegger.

Varias décadas después ha llegado el momento de echar la vista atrás y contemplar el legado que cimentó desde que empezó a ser culturista hasta llegar a ser gobernador de California, pasando por ser uno de los actores más exitosos del cine a nivel mundial con multitud de fans alrededor del mundo como servidor. Y es un repaso de 3 capítulos con una hora de duración cada una con sus pros y sus contras, como no podría ser de otra manera.

Se dedica muchísimo más a las luces que a las sombras, dejando sus asuntos más polémicos para un pequeño trozo en el último capítulo; se agradece que quisiera compartir también sus debilidades en ese rato, lo más fácil hubiera sido hacer un panfleto a mayor gloria del austríaco-estadounidense. Tampoco es que viniese a que hablase de sus miserias, si bien siempre se agradece ver también el lado imperfecto de un famoso y ver como, al fin y al cabo, es una persona como cualquier otro en lugar de una persona de alto estatus intocable gracias a la magia de los medios de comunicación que engrandecen a simples mortales como si curaran enfermedades.

He conocido más del Arnold persona y del Schwarzenegger actor al darnos la oportunidad de contemplar fotos, vídeos, anécdotas y demás que no conocía hasta la llegada de este documental. Hay un entre bastidores de su vida que he descubierto y que agradezco a la gente que ha realizado el documental (aunque seguramente jamás lean esto) que lo hayan sacado a la luz para tener una mirada más amplia de la persona. Desde el primer capítulo hasta el último se aporta más de lo que ya se sabe de él.

No podían faltar las entrevistas a gente con la que ha compartido parte de su vida, sus ya 75 años de vida, como Sylvester Stallone, Jamie Lee Curtis, Danny DeVito, gente de su etapa como gobernador, etc, etc; testimonios que enriquecen el conjunto, pero que son una aportación pequeña ya que la voz cantante la lleva el propio Schwarzenegger, como no podía ser de otra forma.

En general, es un documental rico en material y generoso en entrevistas que ayudan a conocer todo lo que se puede de una persona la cual ya es inmensamente famosa de por sí y que supone una historia de éxito sin paliativos. ¿Quién iba a decir hace 50 años que un austríaco de acento marcado y físico exuberante iba a tener su hueco en la historia del cine? ¿O qué iba a ser un político sin haberlo mamado desde siempre como la mayoría?

Le pese a quien le pese, el «Chuache» constituye una figura clave en la educación sentimental de quienes fuimos niños en los ochenta y adolescentes en los noventa. Por tanto, no es casualidad que, convertidos en cuarentones en la plenitud de nuestro poder adquisitivo, el negocio de la nostalgia ponga sus miras en un nicho de mercado indiscutiblemente apetitoso con productos como esta «Arnold».
La docuserie de Netflix se ajusta a la perfección a los parámetros de la plataforma que le da cobijo: argumentalmente inocua —una mención de pasada a las decenas de mujeres objeto de acoso sexual por parte del hercúleo protagonista; cinco minutos para el hijo natural que supuso el fin de su matrimonio con Maria Shriver— y, aun sin grandes alharacas al respecto, visualmente muy dinámica.
«Arnold» se estructura en tres episodios de una hora, dedicados a las tres facetas profesionales que, de modo sucesivo, han venido ocupando al culturista convertido en superestrella del anabolizado cine de acción de la era Reagan primero e insólito —así lo pareció entonces, hoy no se antojaría extraño en absoluto— Gobernador de California después.
Especialmente interesantes resultan, por cuanto menos conocidos y dotados de un punto bizarro, sus años de juventud dándole a la mancuerna —y de tanto en tanto también a los esteroides— junto a una variopinta pandilla de mastuerzos aceitados. Pero que las desopilantes imágenes de Muscle Beach no nos lleven a engaño, desde bien pronto dio Schwarzenegger muestras de una inteligencia superior a lo que habría cabido esperar de tamaña montaña de carne; hasta tal punto que ya antes de rodar su primera película había amasado una fortuna considerable.
Abundan las anécdotas, algunas jugosísimas, y narradas con la gracia y la lengua de trapo marca de la casa, se antojan definitivamente impagables. Mis favoritas derivan ambas de sus ciclópeas dimensiones: sus dificultades para meterse en un tanque durante el servicio militar y la imposibilidad de encontrar un doble de su tamaño para las escenas peligrosas de «Conan, el bárbaro» («Conan the Barbarian», 1982).
En suma, aunque no revela grandes secretos y, de hecho —insisto— coquetea con la hagiografía de forma bastante descarada, «Arnold» es un notable producto de entretenimiento en torno a un personaje que, a lo largo de cinco décadas, ha sabido ir reinventándose hasta convertirse en ese entrañable jubilado, amante de los animales, todavía en forma y con mucho y muy divertido que contar.

Arnold Schwarzenegger puede caerte bien o no; te puede gustar su cine o despreciarlo; puedes verlo como un ejemplo a seguir o como el resultado de lo peor de la cultura estadounidense. Pero lo que no puedes negar es que es un tipo con una confianza en sí mismo descomunal, con una fuerza de voluntad titánica, y con un olfato perruno para tomar buenas decisiones.

Durante décadas, Arnie se ha vendido como un producto. Una tarea en la que ha invertido incontables esfuerzos, pero que le ha dado buenos réditos porque, en gran medida, se apoya en verdades. Esto, a su vez, ha derivado en intentos literarios por plasmar su vida, siendo quizás el más exitoso la autobiografía que escribió (es un decir) bajo el título "Desafío Total: Mi Increíble Historia" (2012). Una que dio acceso a una perspectiva única de su vida, pero en donde silenció o maquilló lo que le convenía, describiéndose a sí mismo como un tipo al que casi todo le salía redondo.

Ahora, Arnold y Netflix han sumado fuerzas para, básicamente, llevar aquel trabajo a la televisión, en lo que es una versión simplificada, aunque más gráfica, de lo que este hombre puso por escrito hace más de una década. Toca ver el saldo.


======= Los defectos =======

Empecemos por la primera verdad impepinable: Estamos ante un trabajo oficial con Arnold en la producción. Vamos, que no hallará nada que lo deje en mal lugar. Al menos nada que "Arnie" pueda ocultar, porque lo que es "vox populi" ya escapa a su control. Digámoslo claro: Casi todo lo que se relata aquí hace tiempo que se publicó, amén de haber pasado por el filtro censor del propio "Chuache", quien insiste en dar consistencia y unicidad a su vida, como si fuese un proyecto perfectamente planeado desde sus orígenes.

Siguiente. Al igual que en su libro, Schwarzenegger se describe como un ganador. Se regodea en sus éxitos (motivos tiene), y se disculpa por idioteces que ya conocemos, aun cuando se pasó años tapándolas hasta que le fue imposible. Vamos, que ahora va de sincero tras décadas mintiendo.

Otra. Como los ricos con el dinero y los guapos con el atractivo, la fuerza de voluntad y los éxitos no tienen mayor misterio para él. Están al alcance de todos, de modo que no triunfas porque no te lo propones. Tú y solo tú eres el responsable de todos tus defectos y logros aunque, luego, en los últimos minutos, lo matice. Una filosofía que, me consta, se inocula en los críos estadounidenses desde la guardería. Así les va.

Hay más. Arnold calla aquello que, cree, puede ocultar. Esto es curioso porque hay cuestiones que no puede eludir (por ejemplo, su hijo bastardo), pero en otras se piensa que somos unos desmemoriados. Algunos son detalles menores, aunque no por ello desconocidos; otros son sucesos más incómodos. Ambos han hecho mutis en el documental, aunque están disponibles en algunas biografías suyas firmadas por terceros. En definitiva, "Chochoneguer" relata su vida como le interesa.

Continuemos. Es un trabajo emotivo. Eso, por sí mismo, no es un defecto. El problema es que hablamos de un manipulador profesional que apela a los sentimientos para dirigir el discurso hacia donde le conviene (cuidado con esto). Tan emotivo es, que incluso aborda con tibieza su etapa como actor en favor de un enfoque adulador. Es una carencia que no pasa desapercibida.

Y cerramos con su recién descubierta vena ecologista y su pluriempleo como negociador en conflictos internacionales. El mismo individuo de los Hummers, los casoplones, los cochazos devorando gasolina y de hasta un tanque. El mismo que trató de tapar el pasado nazi de su padre por miedo a las consecuencias laborales, ahora lo usa en su favor para mediar en las guerras. Hipócrita hasta la médula, charlatán hasta la tumba.


======= Las virtudes =======

Primero lo más evidente: Es un documental bien hecho. Su dominio del "story telling" es notable y nunca aburre. Tiene buen ritmo, sabe cuándo frenar para volverse íntimo, y cuándo pisar el acelerador para imprimir potencia. Además, está bien organizado cronológicamente. Sus tres horas se sobrellevan bien.

Íntimamente relacionado con esto están las dramatizaciones. El documental, de forma comedida, recurre a actores para reflejar la infancia y adolescencia de Schwarzenegger. No se abusa de las recreaciones y está bien editado para que sea fluido, poniendo así al telespectador en situación.

Otro punto a favor es el material visual novedoso. Arnold y Netflix han tirado de muchos recursos gráfico, algunos ya conocidos, otro noveles. En cierto modo, es una especie de carrusel de fotos y vídeos cortos acompañando el relato.

Tampoco es de recibo olvidar que Arnold admite que gran parte de su trabajo es vender "chorradas", tonterías, exageraciones. Le ha costado mucho reconocer que es un vendedor de crecepelos pero, a la vejez, ha terminado por admitir que decía al público lo que éste quería. Lo curioso es que esto ya apareció en una biografía que intentó boicotear en 1990. Pero, claro, entonces no convenía admitir que era un charlatán.


======= Conclusiones =======

Que Arnold es un fuera de serie solo lo discuten los que buscan discutir. Pero no olvidemos que hay quienes creen a pie juntillas todo lo que sale de la boca de este hombre. Y, recordemos, estamos frente a alguien que ha mentido mucho y que, por lo recogido en varias declaraciones, parece mostrar ciertos rasgos de psicopatía (emociones casi inexistentes y facilidad para domarlas, permitiéndole vivir de forma inhumana). Solo así se pueden entender algunas aberraciones impensables para los demás. A pesar de todo, es un material interesante que no puede ocultar su objetivo: Sentar las bases de cómo quiere ser recordado.

En resumen, un trabajo amplio, entretenido, aunque con sesgos y silencios. No lo aprenderá todo sobre este tipo pero, si su interés por la vida de este hombre es somero y no le importa escuchar un relato maquillado, le bastará. En los spoilers, material borrado y hechos abordados con parcialidad.

Documental sobre Arnold Schwarzenegger hecho casi en primera persona y con muy pequeñas dosis de autocrítica. Hay muy poca novedad sobre la información que existe de dominio publico sobre él. Lo que si se aprecia con claridad es que carece absolutamente de empatía, sensibilidad y modestia.

Es indudable que no se puede tomar a la ligera a un tipo que nace en un pueblecito de Austria, gana todos los concursos mundiales de culturismo, se va a Estados Unidos con una mano delante y otra detrás, y llega a lo mas alto en el cine y en la política de ese país. Detrás de todo ello hay muchísimo trabajo, esfuerzo, inteligencia y, desde luego, suerte.

Si se quiere ser amable con el documental diremos que ofrece una visión amplia de sus numerosos éxitos, y reducida de sus escasos fracasos. No obstante, para quien le gusten las historias de superación con final feliz que normalmente solo ocurren en América, sin duda el documental ofrece cierto interés.

En mi opinión, me hubiera gustado que se desarrollara con mas profundidad su carrera cinematográfica, que en cierta medida es donde mas material debería haber y la base su vida.