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Duro de cuidar 2

Acción. Comedia Secuela de 'El otro guardaespaldas' (2017). El guardaespaldas Michael Bryce (Ryan Reynolds) y el asesino a sueldo Darius Kincaid (Samuel L. Jackson) vuelven a la carga en una nueva misión para garantizar la paz y estabilidad en Europa. Bryce, aún bajo investigación y sin licencia, se encuentra disfrutando de su año sabático, cuando Sonia Kincaid (Salma Hayek), la impulsiva y peligrosa esposa de Darius, reaparece para que la ayude a ... [+]
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Críticas 25
Críticas ordenadas por utilidad
17 de junio de 2021
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando vas a ver esta clase de películas sabes lo que te vas a encontrar, situaciones chorras y escenas de acción sin ton ni son (pero para pasar el rato esta bien).
La señora Hayek es la pu** ama en el film, me ha encantado y me he reído mucho con ella.
El señor Banderas como malo malote es de traca y no sabes si reír o llorar con él.
La policía como siempre no se entera de nada y pasaba por ahí.
Me lo he pasado pipa.
Le casco un interesante(6).
Besitos y saludos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Loca por el cine
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16 de junio de 2021
13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
El otro guardaespaldas (The Hitman’s Bodyguard) fue una comedia de acción que no engañaba a nadie, ofreciendo un entretenido espectáculo en el que destacaba su sensacional reparto, en especial los siempre geniales Samuel L. Jackson (mi actor favorito) y Ryan Reynolds (que siempre está dispuesto a pasárselo bien). Fuera de eso, poco más se podía rascar, pero la cinta fue un relativo éxito, y aquí estamos unos años después, con una secuela que seguramente nadie había pedido, pero que al menos recupera a las estrellas de la original y aumenta la apuesta con la incorporación de intérpretes de renombre como Antonio Banderas o Morgan Freeman.

La crítica no quedó muy satisfecha con la primera entrega, pero esta vez han vapuleado sin piedad alguna a la segunda parte, considerándola mucho peor y un absoluto desastre. Yo no esperaba gran cosa, conformándome con pasar un rato entretenido (tampoco pido mucho, y no siempre recibo lo que espero), siendo curiosas las nefastas reseñas, ya que estamos ante una propuesta mucho más hilarante, gamberra, desternillante y, por lo tanto, mejor. Cosas que pasan. El caso es que estamos ante una secuela consciente de su género (comedia de acción, para los despistados), y que se toma todavía menos en serio a sí misma, si es que eso es posible. El resultado es un disfrute que sólo apreciarán los que hayan venido a la fiesta a pasárselo bien. El resto no se ha perdido nada, aunque sabían dónde se metían si venían de la primera parte…

Patrick Hughes (Los Mercenarios 3/The Expendables 3) repite tras las cámaras, ofreciendo más tiroteos, explosiones y combates cuerpo a cuerpo la mar de convincentes, aunque nunca alcanzando la brillantez de otras producciones del mismo género. El director cumple bien su cometido, por lo que poco se le puede reprochar. Y es que la garra del conjunto está en el desquiciado guion, con una serie de gags tan hilarantes como divertidísimos (aunque es cierto que manos de otro director menos inspirado quizás no habrían tenido el mismo efecto), hasta el punto de que me han provocado la risa en no pocos momentos, algo que no me sucedía en un cine desde hacía mucho tiempo (demasiado…). Es una delicia que tiren la casa por la ventana y ofrezcan situaciones tan locas e imposibles, en una especie de cartoon movie donde todo es posible y en la que el personaje de Ryan Reynolds (que hace suyo el personaje) es el punching-ball de la función, siendo lo más parecido al sufrido Coyote, mientras el sicario interpretado por Jackson saborea cada momento. Impagable.

Obviamente, la magia no haría acto de presencia sin la estimable participación de Jackson y Reynolds, los cuales vuelven a formar una pareja imposible e indescriptible. Dos grandes actores que han venido aquí a que los espectadores se lo pasen en grande mientras ellos también lo hacen en el proceso, con un Jackson volviendo a derrochar carisma por cada uno de sus poros (podría leer las necrológicas sentado en la taza del váter que seguiría siendo interesante) y un Reynolds que se lo pasa pipa en su rol de pringado al que usan sin rubor alguno. Menudo dúo, aunque no se queda atrás una tronchante Salma Hayek, la cual gana protagonismo (de hecho tiene el mismo que sus dos compañeros de reparto), siendo un acierto darle más minutos a un personaje que ya apuntaba maneras en la anterior entrega. La actriz sabe perfectamente en qué producto está, y no desentona en absoluto con los otros dos protagonistas, formando un trío todavía más rocambolesco. Sin ellos, la película no sería lo mismo.

Nuestro querido y español Antonio Banderas hace de griego (de momento nadie se ha quejado, y más teniendo en cuenta su maquiavélico plan…para mear y no echar gota), siendo un villano que derrocha elegancia pero que no llega a dar con la tecla adecuada, debido a las limitaciones del personaje, no del actor. Y es que era la oportunidad perfecta para que el malagueño se desmelenase como en otras producciones del género (Asesinos o Expendables 3), sumándose al descontrol del trío protagonista. Quizás los guionistas hayan optado por hacer un villano más comedido para que no se les vaya la función de las manos, pero estoy seguro de que Banderas podría haber ofrecido un rival más fascinante, si no es por las limitaciones de su rol. Otra vez será. Respecto a lo de Morgan Freeman, un despropósito que se le haya usado para un personaje tan endeble e irrisorio (el actor merece más, sobre todo teniendo en cuenta su edad), aunque más sangrante es lo del siempre genial Richard E. Grant, en un personaje que aparece diez segundos de reloj (no es broma), a pesar de estar acreditado. Huele a escena eliminada a kilómetros, pero lo dejo como curiosidad.

Llegados a este punto, tampoco estoy diciendo que estemos ante una gran comedia de acción, pero oye, cumple su cometido y sus actores se lo pasan en grande (al menos la mayoría), siendo una producción que hoy en día es machacada, pero que en los 80 o los 90 habría sido aplaudida a rabiar. También es cierto que esto no sería lo mismo sin ese reparto cinco estrellas (el trío protagonista merece cada dólar ganado), pero al menos sus responsables han querido divertir todavía más al público, siendo una secuela que ofrece las mismas dosis de acción pero más risas, lo que siempre es digno de aplauso. Una secuela que supera a la original (aunque las críticas digan lo contrario), descerebrada y sin tapujos, que gustará a los que quieran pasárselo bien sin ruborizarse. Y a los que no, como dice uno de los protagonistas, “me suda la p****”. Bienvenidos a la fiesta.

Más críticas: ocioworld.net
Javi McClane
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25 de julio de 2021
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Secuela de "El otro guadaespaldas", que en su día no vi, así que no voy a hacer comparaciones, aunque ya he leído que esta es inferior.
Esta me ha parecido entretenida, espectacular en varias ocasiones y su humor, a veces me ha hecho reír o al menos sonreír y otras me ha parecido una chorradita.
Es un tebeo y así hay que tomárselo. Una gran broma bien realizada desde el punto de vista formal, con algunas ideas interesantes (la relación entre el protagonista y su "padre") y algún personaje feliz, como el de Salma Hayek, que es de largo lo mejor de la cinta.
Una película amena que debe tomarse a la ligera y así se puede disfrutar como el mero pasatiempo que pretende ser y creo que consigue ser.
No tiene ni pies ni cabeza argumentalmente hablando, pero ni falta que le hace. Es lo que es y punto pelota.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/
Baraka1958
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27 de junio de 2021
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Secuela que, como en la mayoría de los casos suele ser más bruta y excesiva que la cinta que precede. Y en este caso todas esas reglas no escritas se cumplen con facilidad... mucha facilidad diría yo. Aún así, lo que nos propone Patrick Hughes (director también de la primera entrega) es mucho más salvaje, visceral, abrupto y alocado que en la cinta precuela. Ciertamente las ideas escasean si comparamos con la primera parte, y ya la primera parte no demostraba ser un dechado de imaginación, aunque la propuesta se hizo altamente entretenida. Con ésta hallamos la misma acción (y diría que más), su buena ración de humor absurdo y un cierto amor por el nihilismo hacia sus pretensiones, que son únicamente entretener y narrar lo inenarrable.

La historia es una auténtica locura, pero los guionistas se amparan en el trío protagonista y su carisma para sacar adelante una película que destaca más que nada por el humor, en muchas partes grueso y directo. Señores, puede que esta sea una cinta mala para muchos, pero destaca por la facilidad que tiene para situar al espectador al final de la función en un visto y no visto. Otro aspecto a destacar de El Otro Guardaespaldas es que tiene la capacidad innata de reírse de sí misma y más en concreto de la primera entrega. Si la original tomaba la licencia de copiar el cartel de El Guardaespaldas y lo que rodeaba al personaje de Kevin Costner, esta secuela hace mofa del propio personaje de Ryan Reynolds (Deadpool) y lo sitúa como el mayor blanco de la función de tiros y violencia de esta. Sus compañeros de viaje repiten roles con Samuel L. Jackson (Django Desencadenado) y la sorprendente Salma Hayek (Desperado) que aquí adquiere mayor protagonismo merced a su explosiva aparición en la primera entrega. En el otro lado del cast hallamos a un estrafalario Antonio Banderas (Dolor y Gloria) que, ojo, no hace de peligroso hispanoamericano si no de griego al más puro estilo Onasis (sin dudas, un personaje muy bizarro), Morgan Freeman (Milion Dollar Baby) o Frank Grillo (Anarchy: La Noche de las Bestias).

En definitiva, una película que muchos considerarán mala pero que tiene un único objetivo: hacer pasar un buen rato al espectador con su comedia y su acción sin condiciones, que no deja prisioneros. Quizás se olvide una vez se sale de la sala, pero al menos se sale con una sonrisa en la cara. Pues su virtud es la de saber reírse de sí misma y logra autoparodiarse sin compasión, como los golpes certeros que se asestan a lo largo de sus 100 minutos sin respiro. Acción a tope, humor por momentos absurdo y cero cerebro. Así es y así es como han querido hacerla. Sin trampa ni cartón.
Siferval
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8 de octubre de 2021
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta secuela tiene algo de lo bueno de la primera cinta que es la química que tienen Ryan Reynolds y Samuel L. Jackson, también contiene una muy buena dosis de buenas notas de humor con situaciones ridículas y chuscas en las que caen este par y que son sumamente graciosas. El argumento nada novedoso pero con un buen hilo conductor que permite crear una historia de acción que provoque escenas impactantes con buenos efectos especiales.
Ahora lo malo: abusaron de las situaciones violentas exagerando el número de balas por segundo, Salma Hayek está muy sobreactuada y el personaje es tan soso que lo hace insufrible porque la intentan hacer parecer una sofisticada mujer empoderada pero con una personalidad de una niña de 5 años. Las escenas de acción muy repetitivas, muchas balas, mucho ruido y poco interés por terminar de verla.
Adriana
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