Hors les murs

No esperaba mucho de esta película pero me fue atrapando y al acabar me sentí trastornado. Escribo esto tres días despues de verla y aún tengo escenas, imagenes, gestos de la película dándome vueltas en la cabeza.
De una sencillez apabullante, esta historia de amor gay convence por el buenísimo trabajo del director, un debutante que llegará muy lejos, pero sobre todo de su actor principal, un Guillaume Gouix que se merienda la pantalla y cuyo carisma, actitud y presencia perdura más allá del argumento. En ocasiones durísima ( emocionalmente hablando) es imprescindible para aquellos que disfruten del romanticismo enfermizo y de las historias de amor truncadas.

Demasiado dramática. la película muestra a un protagonista que no ejerce un papel activo en su vida y se va dejando llevar.

Paul, el protagonista de toda esta historia, no se valora a si mismo y se siente un inútil. Mientras tanto los demás personajes de la historia, que si lo valoran, que si lo quieren, lo conducirán por diversos caminos en los que vaya descubriéndose a si mismo. Con ello descubrirá también lo que es el amor. Y como se sufre cuando se ama de verdad. David Lambert como guionista ha planteado una historia de personajes muy bien definidos y reales, con fuerza, de los que sabes que puedes encontrarte en cualquier momento y en cualquier lugar. Y les hace vivir unas situaciones que en principio son posibles y por lo tanto son creíbles. Si después, el mismo David Lambert se encarga de llevar a imágenes todas las ideas que ha plasmado en el guión, cuenta con la ventaja de saber lo que quiere. Además si sabe convertir en planos y en secuencias lo que les va ocurriendo a los personajes, y lo que es más importante, lo que sienten esos personajes, y muy en particular los sentimientos de Paul, estamos ante cine de verdad. Ahora solo falta que los actores sean capaces de entender lo que están interpretando y sean capaces de dejarse llevar por quien bien sabe lo que quiere, el director. Como todo esto se conjunta en esta película, pues tenemos una pequeña obra maestra, de esas que al ser “ópera prima” se hacen más interesantes y deseas que alguien que tiene tan buenas ideas cinematográficas vuelva a ponerse detrás de la cámara y nos ofrezca más cine del bueno.