Sin duda alguna Steven Spielberg hace que nos sintamos parte de esta increíble película, que se remonta a un momento crucial en la historia del mundo, nos da la oportunidad de experimentar un conflicto en donde el nacionalismo y la moral juegan un papel muy importante y que al más mínimo error podría hacer estallar una nueva guerra; la ambientación y la escenografía en conjunto con esos tonos azul celeste saturado permiten que cada escena dé la sensación de que ocurre en estos momentos toda esa acción y que es un suceso de suma tensión entre los participantes donde se pone en juego la vida de muchas personas.

La forma tan cruda, egoista y arrebatada en como Almodóvar muestra este tema tan polémico y un tanto tabú en nuestra sociedad como es la Transexualidad, realmente me parece aterradora y agresiva, sin dejar de lado que hace una mezcla enfermiza de conductas sociópatas y que realmente te deja con un sentimiento de inquietud aún ya terminada la película.

Sin embargo atrae la atención el querer descubrir el desenlace.

"Dos magos con un solo objetivo a simple vista, lograr el mejor truco para su público... pongan atención en cualquier instante la magia puede ocurrir y tada!!! Una obsesión llena de lamentables pérdidas es lo que podemos encontrar detrás de su oreja... "

Nolan permite que no nos dejemos llevar por lo que hay a simple vista en esta trama y nos deleita con un juego mental en el que los protagonistas nos involucran para seguirles el juego e identificar el verdadero truco.

Despierta en el espectador el gusto por verla de nueva cuenta, muy a pesar de la plana actuación de Christopher Bale como Alfred, que definitivamente no fue una de sus mejores interpretaciones y que quien realza la obra con una actuación más limpia y enérgica es Hugh Jackman en el papel de Robert.

Por la temática y los conflictos que ésta presenta, no se aleja para nada de una realidad que lejos de ser utópica podría volverse verdad. Los temas de política que aborda son bastante convincentes y el hecho de agregar cuestiones comunes y poco futuristas también hacen sentirse involucrado en la trama, sin dejar de lado elementos relacionados con la genética y la evolución o retroceso humano.

La fusión de los sonidos es simplemente formidable ya que incluso estando mezclados permite al espectador experimentar diversas sensaciones y emociones simultaneamente, sin perder detalle de nada y en automático se va desmenuzando cada sonido en la mente.

Cada elemento que forma parte de las carrocerías es bastante creativo y paticular.

McCarthy nos deja en claro que con el tema que toca su película desea hacer un cambio en el mundo, haciendo uso de recurso como el cuarto poder, la tecnología, las redes sociales, el nuevo Papa y la sociedad que se ha vuelto más abierta, incluyendo aquí a líderes políticos y religiosos, sin dejar de lado el toque hollywoodense por el fabuloso elenco que integró para este proyecto.