¿A alguien le apetece una sobredosis de realidad en forma de patada en el estómago? Pues esta es la película perfecta para inyectarsela. Porque eso es justamente lo que nos proponen los Dardenne. ¿La Europa del progreso y del bienestar? Pues esto es lo que hay. No hay más porque aquí sobran las caretas. Se mira a la realidad de frente. Sin tapujos.
Lo único que a priori puede incomodar es la filmación camara al hombro, método de rodar que no soporto pero que esta película pide a gritos. La asfixia, la angustia y el desamparo que transmite esta sorprendente Rosetta es algo impresionante y sobrecogedor.
Sonrío de oreja a oreja al ver la nómina de candidatos que competían en Cannes 99 y que se quedaron con 2 palmos de narices viendo volar la Palma de Oro (incluído nuestro Almodovar).
El diálogo que resume todo es tan simple y esclarecedor que me conmueve y me conmoverá una y mil veces: "Me llamo Rosetta. No me caeré al hoyo. He encontrado un trabajo. He encontrado un amigo. Buenas noches."