En mis 37 años nunca he asistido al cine sólo, supongo que mi forma de ser extremadamente introvertido ha contribuido en gran parte a ello. Lo cierto es que acabo de ver esta extraordinaria película. A mi, que me encanta el cine clásico, el cine de autor, el buen cine, ese que pensé que jamás volvería a ver. A mi, que detesto el cine actual en su enorme mayoría vacío con películas que no trascienden ni lo harán. A mi, que pensé que todo estaba inventado en el cine. Si, a mi, me cautivó, me hipnotizó esta maravilla del séptimo arte.
Que decir de la memorable actuación de Joaquin Phoenix. Si me encantaba este actor ahora lo considero sublime. En todo momento se pone en la piel de Joker, se posesiona en el personaje, lo vive y nos hace ser testigos de su vivencia actoral. Descomunal actuación, que va mas allá de si gana o no el Oscar, porque después de todo, ¿cuántas actuaciones sobresalientes fueron ignoradas por la Academia? Ojalá se alce con la estatuilla, pero no necesita afortunadamente eso para entrar en la historia. Hizo el papel de su vida.
Joker no es una película más. Nos habla de la sociedad actual materialista, capitalista, exitista, consumista, en que el otro no existe, y la apatía con el prójimo es la regla y no la excepción.
Que decir de la música, fascinante también, con la voz de Sinatra. De Niro aparece y brilla también, nos basta verlo un momento para disfrutar ese coloso del cine. El guión es genial. No necesita ni un sólo efecto especial para demostrarnos que es una obra increíble, que brilla por donde uno la mire, destacándose por encima de todo Joaquin en estado de gracia y el mensaje soberbio y crudo que da el film. Para algunos violento. Para mi realista.
Fue mi primer película en el cine, y me siento afortunado de haberla visto. Gracias Joker. Nunca te olvidaré.

Parece redundante decirlo pero es realmente así. No hay película que haya impactado tanto como ésta, y que se haya mantenido en la cumbre del cine mundial pese al cruel paso del tiempo. Es imperecedera y atemporal.
Con una banda sonora especial, una dirección de antología, un elenco de maravilla, actuaciones memorables, un guion de Puzzo magistral, y un desenlace cautivante, El Padrino sigue y seguirá siendo por los siglos de los siglos la mejor película. Originalísima y muchísimo mas en su época, Cóppola hizo que uno se crea que el film se desarrolló en el tiempo en que fue ambientada. No pareciera de los 70, es una maravilla la ambientación y el vestuario.
Cada escena se desarrolla con una maestría pocas veces vista. Quedan en la retina de cualquier espectador cinéfilo que se precie de tal.
Es el papel de la vida del mejor actor de la historia, Marlon Brando, quien ya había brindado varias interpretaciones magistrales, pero con ésta se alzó a la cúspide actoral como el número uno. Y encima tuvo la grandeza y humildad de rechazar el premio haciendo causa común con las comunidades indígenas tan maltratadas por la academia. Hay que tener muchas agallas para hacer eso. Me recordó a Mohamed Alí cuando se negó a ir a Vietnam.
En fin, con Marlon de maestro y Al de discípulo como su sucesor al trono de los Corleone, que puede salir mal?
Para aplaudir de pie.

Y una dignísima culminación por cierto. Con un elenco desmoronado por las consecuencias de las películas anteriores, pero con Pacino otra vez dejándolo todo en su actuación. Por supuesto se nota el cambio en la personalidad de Michael convertido en un hombre arrepentido y pacífico, cansado y devastado por toda su vida, agotado y sin fuerzas para seguir dirigiendo esta familia.
La actuación de Sofía Coppola fue devastada, pero en mi opinión no está tan mal.
Diane Keaton como siempre sólida en su papel de la ex esposa de Michael dejando en claro que ya no hay retorno en su relación.
Sorprende la solidez de un joven Andy García como hijo de Sonny mostrando que heredó su fuerte temperamento.
Muy bueno lo de Eli Wallach como Don Altobello, un actorazo de raza que encarna a un mafioso traidor al borde del retiro, y muy bueno también lo de Joe Mantenga como el matón Joey Saza.
Otra gran película, que si bien no sobresale tanto como sus antológicas antesesoras es un notable fin de esta historia tan cautivante.

Esta sublime película está casi a la altura de la primera, digo casi porque igualarla es imposible.
De nuevo una majestuosa banda sonora, con la continuación de la historia de Los Corleone, ya con Michael como su jefe indiscutido, papel que mereció con creces un Oscar ya que fue interpretado de manera colosal por Al Pacino.
Quien si se ganó también un lugar y corrió con mejor suerte que Al en los Oscars ganando el suyo fue De Niro haciendo de Vito Corleone de joven, una muy buena actuación por cierto.
Que decir de Robert Duvall y Diane Keaton, grandes actuaciones.
Pero el que me sorprendió fue el legendario John Cazale en el papel de Freddo, el hermano frágil de la familia. Cuánto talento para tan joven y desconocido actor, impresionante sus escenas.
El maestro Lee Strasberg nos demuestra porque fue el genio que fue con su famoso método, y Talia Shire está muy bien como la hermana sin rumbo de Michael. Michael V. Gazzo hace un rol descomunal por cierto que nunca pasa desapercibido.
En definitiva, otra obra maestra, que si bien no alcanza la grandeza de la primera parte y por momentos se hace un poco extensa demuestra que está a la altura de una gran segunda parte.

Que decir de esta genialidad del cine, con una actuación que fue de las mas increíbles que se hayan visto, la del gran Jack Nicholson en el papel de este líder de los locos que más que pacientes parecieran prisioneros de un manicomio siguiendo las crueles e injustas órdenes de la desquiciada directora del establecimiento.
Hablando de ella, notable la interpretación de la villana Louise Fletcher, quien se hace odiar con su rol manipulador y psicológicamente violento que ejerce sobre los pobres pacientes.
La película cuenta con una exquisita banda sonora, un guion maravilloso, uno se inserta en la historia y quiere ser parte de ese universo de Randal McMurphy y su séquito de locos.
Grandes actores como Danny DeVito, Christopher Lloyd, Brad Dourif, y un tal Will Sampson, el Jefe indio, ese entrañable, inocente, sufrido e inolvidable Jefe.
El final es de los mejores de la historia del cine. Épico. Como toda la película.