Una bellísima película que demuestra lo grande que puede ser el cine intimista. Sin un gran presupuesto ni elevadas pretensiones, apoyada en un guión perfecto y unas interpretaciones grandes por lo comedidas (!qué hermosas Stephane Audran y su mirada¡) es una de las pequeñas joyas del cine. No solo disfrutas viéndola, sino que te deja un agradable poso para reflexionar. Maravillosa.

Me da igual que sea- supuestamente "of course"- blandengue o políticamente correcta... es de las contadas películas con las que me vuelvo a enganchar cada vez que me topo con ella en algún canal de TV (y no importa por dónde la pille). Es CINE. Reparto estupendo, fotografía genial, guión excelente, buenísima ambientación, dirigida con oficio y maestría... !y la música! (en fin, no hay que olvidar que es un melodrama) siempre hace que se me salten las lágimas. Mucho mejor que la, esa sí, blandita, blandita "Memorias de África" ( !ay, ese Robert Finch- Hatton recién salido de la sección de caza del Corte Inglés!). En fin, una de mis películas preferidas, saltando por encima de estúpidas intelectualidades.

Penosa película- quizá la peor que he visto jamás- de terror... terror, ¿qué terror?, porque en este largo y plúmbeo "coñazo" lo único que produce espanto es el dolor de cabeza que te queda gracias al movimiento delirante de la cámara subjetiva. El guión es inexistente, al igual que las interpretaciones.. y en lo tocante a la presunta modernidad de "sugerir" en vez de mostrar recomiendo que vean "La noche del cazador", obra maestra del terror sugerido y ésta sí verdaderamente moderna, a pesar de los años transcurridos desde su estreno. También pueden ver "The ring", la última que realmente me ha aterrorizado, junto con "La maldición", buenas, buenas. En fin, que la pena es que no hubiera surgido realmente la bruja desde el fondo del bosque para acabar con los estudiantes (!qué panda de subnormales!, de verdad que los adolescentes - y éstos ya no lo son tanto- no son así)... a los cinco minutos del inicio de la proyección, con lo que nos hubieran ahorrado el visionado del resto de tan atroz engendro. Lo único bueno y, esta vez sí, efectivo, fue la gran campaña de publicidad con la que se presentó "El proyecto".