Así fue, la primera sensación que tuve al ver la película por primera vez, que suele ser, una visión general de la misma. Como buen observador, lo primero que hice, fue fijarme en los títulos de crédito, que en este caso están cargados de gran simbolismo, pienso incluso, que tras ver la película, son un resumen de la misma, en unas breves palabras introductorias. Son dos los ámbitos, en los que se desarrolla la acción la ciudad (progreso, artificial, vida) y el mundo rural, (la muerte, lo natural, las raíces de uno mismo). Supone pues el enfrentamiento de estos dos puntos de vista. Los colores... el rojo: la vida que fluye, que se derrama en algún momento, y que el director nos muestra con un excelente plano detalle, de igual modo, la muerte en familia, como ocurre con uno de los personajes, una muerte tranquila sin violencia, sin sangre, la cual pienso que no "se derrama" pues está en su lugar, en el pueblo, cosa que no ocurre con el otro individuo, cuya sangre inunda la escena". ¿El porqué del título de la crítica?, me recordó mucho, el papel de Penélope Cruz, al que interpretó Carmen Maura, en 1984, pienso que ambos personajes comparten ciertas similitudes, incluso, podrían unirse ambas películas... como una continuación de la misma. Respecto al guión, desde mi punto de vista, una maravilla, incluso me hice con una copia del mismo en cuanto salió a la venta. Bien es cierto, que se nota la improvisación, fabulosa, una de las frases que dice "Neus Sanz" que no está en el guión, por poner un ejemplo, confiere a la escena un toque de humor. No es una película, pera verla una sola vez, sino varias, siempre se encuentran cosas nuevas, interpretaciones distintas de cada plano, de cada gesto, del guión, es todo tan "Almodóvar" que resulta un mundo cada vez que se visiona el film. Respecto, a la comparación con la película, anterior, hay una escena muy significativa, en la que Penélope está lavando el cuchillo con el estropajo verde, muy similar a una de la anterior.

Un punto, que me ha parecido importante añadir, es el siguiente: la puerta del coche de Sole, nunca se cierra, no salen las llaves en ninguna recuenta. En cambio, si salen las de las casas. ¿Por qué?, pienso que es debido a que el vehículo es un mero artilugio, un nexo entre lo rural y lo urbano, entre la vida y la muerte, mediante el cual, los personajes se ponen en contacto con sus raíces, con el origen. El color del coche, también es muy simbólico “rojo” la vida, lo que transporta. El coche, atraviesa paisajes yermos, todo ello simbólico.

Díficil de ver, díficil de entender, díficil de digerir. Esas son las tres carácterísticas básicas de esta obra. Cierto es que se nos presenta como una nueva producción, en ciertos aspectos lo es, pero peca en abundancia de otros films anteriores del mismo director, que para nada es malo en absoluto.

Penélope cambia en multitud de ocasiones de registro, cosa que es de destacar pues la vemos interpretando varis papeles en un mismo film. Lluis Homar, en cambio no destaca sobremanera sobre el reparto, pues es un personaje liviano. Blanca Portillo, impresionante sin duda alguna, una mujer que últimamente se está descubriendo en el panorama nacional. Y por supuesto Carmen Machi, la siempre "secundaria", sus tres minutos, son muy buenos, sublimes, junto a los siete que dura el corto de la concejala antropófaga.

La puesta en escena, destacable, son varios los aspectos que recuerdan a producciones anteriores como el manejo de la cámara de video por parte de "Ray-X" en su juventud, al papel interpretado por Victoria Abril en KIKA. La típica contraposición de planos, carácterística fundamental del cine de Almodóvar, los objetos ornamentales de colores a uno y otro lado...
La muestra orgánica de los sentimientos, el tocar una imagen que no se ve, pero se siente... ambas cosas son muestra de un ingenio que sólo el director Manchego es capaz de realizar.

Como digo al principio es una obra díficil de ver, por varias cuestiones, una de ellas es las reminiscencias que tiene con obras anteriores, la necesidad de discernir entre cada uno de los registros que son interpretados por los distintos protagonistas.

En definitiva una obra, que merece, y debe de ser vista. No por ser española, o de Pedro Almodóvar, sino por la forma de mostrar los sentimientos, de una manera tan orgánica que nadie es capaz de realizar.