Pensé que "Pérdida " iba a ser difícil de superar en mala pero me equivoqué fuerte. Esta precuela de una película floja es aún peor. Las actuaciones son paupérrimas al igual que el argumento. Por momentos parece "fantasía " por el modo en el que se muestra a la policía Argentina y las instalaciones donde trabajan. Luisana Lopilato no va ni de astuta ni de femme fatal y su actuación termina de sepultar al film. Muchas incongruencias, música poco atractiva y un guion aburrido son el combo perfecto para detestar esta historia que no resulta recomendable ni para ver en el día 76 de cuarentena obligatoria (a menos, eso sí que busques alguna razón más para suicidarte)

La idea de la película es buena pero lamentablemente no fue bien ejecutada. Los actores son bizarros al igual que los diálogos que mantienen. Demasiado pretenciosa e intelectual (en ocasiones) no posee ni una escena que roce lo gracioso.
Son 96 minutos bastante tortuosos y aburridos en donde estas viendo un film que narra la historia de una pareja que se quiere desconectar de la tecnología y de los móviles pero que, paradójicamente, obliga al espectador a recurrir a éstos para tener un mínimo de entretenimiento mientras se desarrolla este paupérrimo guion.

Es una historia cliché con una protagonista de una belleza poco convencional y solo ese hecho la hace original. Rompe con la superficialidad y lo más importante plantea un tema tabú para la época como lo era el aborto. Patrick Swayze se luce bailando y el tema musical del final logra quedar en el recuerdo y corazón de todos los que vimos esta película. Muestra las diferencias sociales y económicas, una historia de amor bonita y las miserias humanas que existen y existirán siempre. Buena o mala, es memorable.

Una miniserie revelante en donde muestra todas las falencias del sistema y de quienes lo componen.
Si bien, deja ver a los personajes como seres bastantes problemáticos, también los humaniza exponiéndolos a situaciones realistas que se pueden ir de las manos y de la cabeza...
La escenas y juegos de cámara son sublimes al igual que los cinco primeros capítulos que generan una adicción desmesurada en el espectador. La actriz protagonista no me logró convencer, su papel es demasiado pesado pero el resto del elenco me pareció de actuación notable.
Faltó la frutilla del postre del capítulo final, salvo el plano secuencia en la primera etapa que es excelente, el resto está resumido en exceso al punto que dejan hechos inconclusos o "resueltos" de un modo muy efímero y genera incertidumbre.
Había situaciones fuertes (como la golpiza al compañero) que podrían haber explotado o prolongado un poco más.
Les quedó corta la miniserie con sólo seis capítulos y el final fue un poco deslucido para lo que nos tenía acostumbrados.
Aún así tiene de todo: corrupción, inmigración, ocupas, drogas, infidelidad, violencia de género, entre otros.
¡Es para verla maratónicamente!

Sin tener ninguna expectativa sobre lo que iba a ver, realmente me sorprendió. Es del tipo de película que si bien resulta cliché y predecible también es entretenida. Tiene muchos momentos de humor de la mano de Ernesto Alterio, quien realmente se luce en su rol. Es una comedia española que supera a lo "pasable" Y logra hacer vivir un momento grato al espectador que la elije. El humor siempre se agradece.