Esta película salió directamente para televisión, y después de verla comprendo bien porque. No es original, casi todo dentro de ella ya lo hemos visto en otras miles de películas, sus diálogos son flojísimos y los actores son absolutamente intrascendentes.
La película se vale de tópicos gastadísimos: La humanidad en peligro de extinción, cataclismos, militares que quieren solucionar el problema con un ataque nuclear, el científico en un principio rechazado por sus teorías pero luego reivindicado y convertido en una especie de "salvador de la tierra", fanáticos religiosos que roban la única llave para parar todo el desastre, etc. Nada tiene sabor a nuevo. Todo es un rejunte (mal hecho) de otras películas.


Un género de originalidad inagotable como lo fue alguna vez la ciencia ficción, hoy se está transformando, lamentablemente, en un género tan lleno de tópicos, tan trillado como lo es el de terror y el de acción. La misma ciencia que fue usada por Verne, Wells, Bradbury y Asimov para crear esas historias increíbles e inigualables, ahora se ve reducida a polvo.

La idea de ubicar a los personajes en un mundo postapocalíptico resulta altamente arriesgada; el cine, y ahora también las series, se han encargado de exprimir al máximo, y casi siempre con mediocres resultados, estos mundos distópicos llenos de cataclismos, enfermedades y zombies. Sin embargo en esta ocasión el peligro no son zombies ni desastres naturales, sino una lluvia tóxica. Esto es el único acierto de toda la serie. Todo lo demás es un es un cúmulo de sinsentidos.
El primer capítulo ya resulta sofocante. El guión es malo; presenta situaciones previsibles, como cuando los niños empiezan a pelear dentro del auto y hacen chocar a sus padres, e inverosímiles, como cuando los chicos abren la puerta del Búnker pensando que es el padre, que tenía acceso con su huella táctil, quien está llamando a la puerta para entrar. La sucesión de situaciones rídiculas continúa y se amplia a los demás personajes que, una y otra vez, cometen errores tan estúpidos que causan risa.
Por otro lado, los personajes están mal pensados y, por su puesto, mal desarrollados. Ninguno aporta nada porque no evolucionan, se mantienen igual a lo largo de toda la temporada, gran diferencia con TWD, donde encontramos personajes que se van transformando de acuerdo a las situaciones que los marcan.

Me tocaba elegir esta vez a mí. Elegí "Super 8". Mi amiga, bastante escéptica, entró con desconfianza a la sala. Cuando terminó la película, me dijo: "La verdad, es hermosa ".
Causó esa sensación en la mayoría de los espectadores, no es sólo un rejunte de escenas con efectos de todo tipo, sino que a la película la sostiene un guión y un elenco impecable. Los personajes principales son niños, y nos recuerdan esa inocencia y frescura que al crecer, lamentablemente, perdemos.

¿Qué me gustó? Qué por fin le dan una vuelta de tuerca, y la ciencia ficción deja de ser sólo un amontonamiento de efectos especiales. Vemos la historia del personaje principal, un pequeño, que logra sobreponerse a una desgracia familiar y se genera un paralelismo con la historia del alien: ambos quieren sobrevivir y dejar el pasado atrás. (ver spoiler)

La propuesta ya de por sí es un cúmulo de conflictos mal planteados que tratan de conectarse entre sí de manera forzada (ver sección spoiler). Tampoco el guión ayuda: la historia no es dinámica, más bien somete al espectador a un sopor desesperante y los diálogos son tan artificiales que impiden a los actores amar a sus personajes, darles vida. Y es que en "Puerta 7" no solo falla la idea y el guión, sino también la dirección. Entiendo que Caetano es uno de los grandes directores del país, sin embargo en esta serie no lo demuestra: los personajes van y vienen como robots, las tomas no manifiestan el esplendor de la pantalla grande y las escenas parecen ensambladas como en un mal rompecabezas.
En cuanto al elenco, merece un apartado especial. El casting parece estar organizado en tres esferas:
*Actores que hace años nos vienen acostumbrando a los mismos personajes sin chispa (Lamothe, Fonzi).
*Actores que son buenos, pero están desaprovechados (Gil Navarro, Belloso).
*Una serie de ¿extras? o actores de relleno que dan sencillamente vergüenza (Mónica Ayos, jóvenes que hacen de barras).
No parece un proyecto serio, más bien una serie de muy bajo presupuesto hecha a las apuradas y sin amor.

La historia no mantiene el mismo ritmo durante todo su desarrollo porque las situaciones terroríficas están dosificadas en exceso, al punto de generar un clima denso y soporífero. Por otro lado, el argumento avanza de forma crongruente hasta el capítulo final; este es el que más desentona con la historia global puesto que intenta incrustar una explicación de todos los sucesos y los personajes a la fuerza.