Christopher Nolan trae una nueva película. SU nueva película. Es SU película porque la ha hecho a SU gusto, por y para ÉL. Y cuando un muy buen director/productor/guionista hace lo que se le da bien y como él quiere, suele salir algo que puede ir desde lo "brillante" a lo "bastante bueno".
Tenet se queda en lo "bastante bueno". Es una película de acción buena y muy entretenida, sin embargo no hay humanidad ni sentimiento, así que cuando acabes de verla te dejará un sordo dolor de cabeza debido a lo complejo y maravilloso de su trama. Nada más. Seguirás con el corazón en el mismo sitio.

Lo primero de todo: no es un mal documental. Se lo recomiendo ver a cualquier persona que esté interesada en un cambio, en explorar nuevas vías, en deshacerse de lo superfluo.
El mensaje que transmiten es bueno y además la casi hora y veinte de documental se hace amena.

Sin embargo, hay un gran "pero". Muy muy grande.
No es un documental para creer en él, solo busca vendernos el minimalismo. Y eso es un error muy grave. La crítica a la sociedad de consumo está muy bien, si después no haces un documental que busque que la gente "consuma" el minimalismo. Aquí se trata el minimalismo como un producto más. Además no explica en ningún momento qué es el minimalismo, qué sacrificios, beneficios o detalles caracterizan esta filosofía de vida. Es un documental que critica la sociedad de consumo (de bienes materiales) que intenta que consumas otros productos (una pseudofilosofía de vida en la que no puede faltar tu ordenador apple).

Tampoco esperaba mucho más de un documental americano sobre el minimalismo.

¿Qué aporta esta película? No mucho argumentativamente, pero es fantástico cómo dan ganas de odiar esta película por su estupidez, sus pretensiones, su falta de "moraleja", lo asqueroso y terrible que transmite. Pero es maravilloso cómo lo transmite. Sacude al espectador y provoca sentimientos de una forma que sólo está al alcance de Darren Aronofsky.
Toda la película es una obra magistral de transmitir y provocar en el espectador los sentimientos más bajos y desagradables.
Puro arte

Un guión y argumento sorprendentes que hacen que sea una película imperdible. Hay momentos en los que de lo incómoda que es dan ganas de taparse los ojos, los oídos, parar de verla... Pero eso es parte de la magia del cine.
Da miedo cómo Martin Scorsese juega con los sentimientos y ambiciones humanas, y cómo consigue trasmitirlo a través de la pantalla.

De lo mejor del género. Martin Scorsese consigue captar el paso del tiempo, la decadencia, la impotencia, la inestabilidad...
La dirección de la película es increíble, cada plano y cada conversación transmite algo, saca de todos los actores lo mejor.
Robert De Niro está espectacular (pese a que no es un papel para destacar) y muestra lo gran actor que es en una conversación al teléfono... Los pelos de punta.
El siempre sobreactuado Al Pacino está magistral, su carisma sale de la pantalla.
A Joe Pesci le viene el papel que ni pintado, es una continuación de GoodFellas y Casino.
Las tres horas y media no se hacen largas, y a medida que pasa el tiempo vas pensando "¿cómo narices hará Martin Scorsese para acabar bien esta película?¿Cuál será el final?". Pues el final es tan increíble como sencillo: pura realidad.
La obra más madura de Martin Scorsese, no es tan canalla como Uno de Los Nuestros, pero muestra madurez, técnica y sentimiento. ¿Qué más le podemos pedir?