Lo primero de todo: no es un mal documental. Se lo recomiendo ver a cualquier persona que esté interesada en un cambio, en explorar nuevas vías, en deshacerse de lo superfluo.
El mensaje que transmiten es bueno y además la casi hora y veinte de documental se hace amena.

Sin embargo, hay un gran "pero". Muy muy grande.
No es un documental para creer en él, solo busca vendernos el minimalismo. Y eso es un error muy grave. La crítica a la sociedad de consumo está muy bien, si después no haces un documental que busque que la gente "consuma" el minimalismo. Aquí se trata el minimalismo como un producto más. Además no explica en ningún momento qué es el minimalismo, qué sacrificios, beneficios o detalles caracterizan esta filosofía de vida. Es un documental que critica la sociedad de consumo (de bienes materiales) que intenta que consumas otros productos (una pseudofilosofía de vida en la que no puede faltar tu ordenador apple).

Tampoco esperaba mucho más de un documental americano sobre el minimalismo.