Además de lo excepcional de las escenas, esta película refleja como pocas la dinámica social de la época clásica en cuanto al sistema esclavista e imperial, que tuvo en la cultura romana su máxima expresión. También se puede apreciar la condición de un pueblo colonizado, donde sus integrantes y representantes tienen que soportar el yugo de un imperio que los humilla y los anula como personas. Seas o no creyente del cristianismo, la presencia de un personaje como el Cristo en esta película encarna la esperanza de una nueva era. Para el tiempo que recrea esta película es una historia muy ilustrativa de lo que pudo ser esa época, y del sueño de libartad inherente al ser humano de todas las épocas, que en su momento tuvo al cristianismo como factor de cambio, antes de convertirse, con el paso de  los siglos, en un factor de la opresión de finales de la Edad Media.