Cuando ves una película y notas que no falta ni sobra nada, que todo está en su justa medida, en lugar y hora exactos ¿qué puedes decir? En ParaNorman hay sitio para la acción, para la ternura, para el humor y para el detallismo. El amor por los detalles en esta película se aprecia en todos y cada una de sus escenas, abruma y es el contenido y el continente más bello que jamás verás en una cinta de animación. Las situaciones, la mayoría surrealistas, se desarrollan con una naturalidad asombrosa.

Conseguirá arrebatarte el corazón y la vista desde el primer fotograma.

La caza me ha parecido una muy buena película. La fotografía es una delicia ayudada por las localizaciones bellísimas. La música es casi inexistente. Brilla la interpretación del actor principal Mads Mikkelsen. Me pareció recordar The doubt en más de una ocasión. Es lenta, como Lucas pero se hace querer, también como él.

Quizás el tema principal sea: La fragilidad de la condición de un individuo en un entorno social.

8 años pasaron desde que Kike Maillo estrenara Los Perros de Pavlov ( su maravilloso segundo cortometraje) hasta Eva. Y todo para volvernos a pellizcar el corazón. Un film muy digno de un director novel que ha sabido con acierto hacer buen cine en castellano y que sorprende más allá de nuestras fronteras. Y ahora la pregunta que todos se harán: ¿Peca la cinta de Kike Maillo de ser muy larga? ¿O más bien escasea en la profundidad de su desarrollo? Prefiero pensar que es algo con lo que el director no pudo lidiar, algo que no tuvo en sus manos.
A destacar: Lluís Homar, entrañable; Claudia Vega, a ratos celestial; La ambientación, muy acertada
Desaciertos: Marta Etura y Daniel Bruehl no están precisamente brillantes
El regustillo de Eva es bueno, pero sabe a poco y quizás le falta un pelín de sal.
Personalmente confío en el talento de este director y estoy seguro que dará mucho más de qué hablar.

Muestra con esmero y decisión la rivalidad y la pasión del mundo de la Fórmula 1 y las personifica en 2 grandes rivales y amigos. Una película basada en hechos reales, con alguna que otra sobreactuación, que te hará sentir la adrenalina y cercanía a la muerte que experimentan estos pilotos.

No brilla tanto la banda sonora, un tanto neutral, sin más pretensiones que la de acompañar la historia.

Daniel Brühl, no consigue convencer del todo pero mantiene la homogeneidad en toda la cinta.

A destacar el tratamiento de la imagen y los planos de acción de las carreras.

Buena historia de 2 amigos que vivieron la vida al límite, cada uno a su modo.