Han pasado veinte años desde que comenzó la saga de Indiana Jones, e igual que pasan los años para nosotros, también pasan para los actores. Por supuesto que no es lo mismo ver a Indiana Jones jovencito, y luchando con los nazis, que verlo con canas y con unos kilos de más. Pero le agradezco a Steven Spielberg que contara con Harrison Ford para esta película, en lugar de coger a otro actor, no me imagino a Indi con otra cara que no sea la de Harrison Ford.
La historia que cuentan es diferente a lo que nos tienen acostumbrados, pero han argumentado una historia conocida por todos como son las líneas de Nasca.
La verdad, no es una película de Oscar, pero es entretenida, divertida, y nos demuestra que los mitos también envejecen.

Lógicamente no es una película de oscar, ni de Goyas, pero a mí me gustó. Me reí todo lo que quise, y el resto de la sala igual. Era lo que esperaba, pasar un buen rato.
Tiene un diálogo divertido, y los personajes son muy esteriotipos.
Si quieres ver una comedia española apta para casi todos los públicos, no te la pierdas.