Estamos sin duda ante una de las mejores películas del género y ante la mejor realizada en las últimas décadas. En mi opinión, incluso por encima de "Drácula de Bram Stoker", dirigida magistralmente por Francis Ford Coppola, y que se convirtió automáticamente en un clásico imperdible.
El director sueco Tomas Alfredson consigue crear una poesía cinematográfica en la que cada escena es una pieza perfecta que encaja totalmente con las demás. Cada escena es un verso sin el cual la integridad del poema quedaría comprometida y perdería, deslavazado, todo su sentido.
La ambientación de la película es perfecta en todo momento; logra transmitir el gélido clima de Suecia tan adecuado para esta historia y te hace sentir que realmente estás allí, deambulando por esos parajes y arropado por la nieve y la oscuridad.

La relación entre los protagonistas -excelentes interpretaciones por parte de dos suecos desconocidos, Kare Hedebrant y Lina Leandersson- lejos de ser el fuego que le aporte calidez a la película como cabría esperar, es tan fría y distante como el resto de elementos y aún así se encuentra rodeada por un extraño y estremecedor halo de ternura.
Las miradas y el simbolismo prevalecen respecto al diálogo: la resolución de un cubo de Rubik, el caminar descalzo sobre la nieve, el vaho que se desprende con cada espiración, el roce de una mano con otra, Morse a través de las paredes, el color rojo de la sangre sobre la blanca nieve, el beso manchado con sangre y mil sutilezas más que harán las delicias de los espectadores con la suficiente sensibilidad como para captarlas. Lo malo sin duda es para los que no la tengan, ya que probablemente les acabe hastiando. No es una película para todo el mundo y no hay que recomendársela a todos, pues.
He de añadir otra cosa como lector también del libro en el que se ha basado el film, de nombre homónimo, escrito por John Ajvide Lindqvist:

Pese a que inexorablemente se eluden y omiten algunas cosas (como la pederastia o la relación de algunos personajes secundarios) el film captura la esencia del libro y lo hace más poético, si cabe.
Algo que me fascinó es que se mantiene el mismo desarrollo narrativo de los hechos: en vez de explicar y dar masticadas todas las secuencias, se deja que el espectador sienta e imagine lo que está ocurriendo. Tal es el caso de la magistral y tan famosa escena de la piscina, en la que sin ver nada, sabes perfectamente lo que está ocurriendo y te provoca una tensión tal que casi sientes el agua en la garganta.
En definitiva, esta es una de las mejores obras que he visto en los últimos años y ya trascendiendo incluso el género del terror o el suspense. Altamente recomendable aunque no para todo el mundo, pero sí para los que disfruten del buen cine Europeo, tengan sensibilidad y no les moleste un desarrollo algo calmado en una película.
Esta ha sido mi primera crítica para Filmaffinity. Espero que les haya servido así como las suyas me sirven a mí día a día,

Theternitend.

Un cinco... ¿adecuado? No tengo ni idea.
No sé como puntuar esta película. No sé si es una obra maestra o una deyección infumable, lo que sí que sé es que es lo más bizarro que jamás alguien haya tenido el valor de rodar y de proyectar en una pantalla.
Esta película parece hecha por un grupo de amigos muy cachondos con el único fin de divertirse un rato; y es que durante el rodaje se lo debieron de pasar pipa, eso seguro.
Aquí no se puede hablar ni valorar como se haría con las películas rutinarias, porque es que entonces estaríamos hablando sin duda de la peor película de la historia del cine, y de una forma u otra, sientes que hay algo que te gustó. Hablando en plata: es una porquería, pero es una porquería jodidamente atractiva.
Sin duda los amantes del género gore disfrutarán (o disfrutaron en su momento, porque esta película ya tiene sus años) como locos.
Tiene las escenas más extravagantes de cualquier película que yo haya podido presenciar, y dudo que alguna vez algo así sea igualado.

De verdad, parece mentira que esto lo haya dirigido Peter Jackson, el mismo de la trilogía de ESDLA y películas como el remake de King Kong del 2005 o Criaturas celestiales.
Interesante personaje este Jackson. No sabría decir si es un buen director, pero sin duda se nota que ama el cine.

El bosque es una interesante propuesta de M. Night Shyamalan, el veleidoso director indio.
En esta película se nos presenta a priori un cuento en un bosque que parece sacado de un universo fantástico. Inverosímil y con una extraña magia, te inquieta y te empuja a seguir su visionado.

Esta película no pretende sorprender con su final, sino que más bien pretende ir sorprendiendo a trozos. De vez en cuando te presentan una idea que rompe con la concepción global previa que te habías figurado.

Al final, el mundo mágico creado por el miedo y unas criaturas sacadas de la imaginación de unos pobladores de los bosques se mezcla con el mundo real y la sensación de inquietud se intensifica más.

Sin duda, consideraría esta película como una de esas que "si la entiendes, puede llegar a asustarte mucho más que cualquier otra con kilolitros de sangre".

Juega con la imaginación, la mente humana y el miedo, y estos son muy buenos recursos.

Al igual que a todos, no me complace demasiado que siempre que sale una buena idea fuera de América, venga un americano y la americanice porque, por supuesto, todo lo bueno tiene que pertenecer a América.
Esto también ocurre con el cine, que siempre que sale una película Europea con buen recibimiento los EEUU tienen que hacerle un remake para, en el 90% de los casos, estropearla.

No obstante, después de ver esta película, he de decir que no me decepcionó en absoluto, sino que más bien me sorprendió.
La mayoría de planos que estaban en la original sueca fueron calcados al milímetro, señal de que nadie se quería arriesgar modificando lo que funcionaba tan bien. Es por esto que considero una falta de respeto que Matt Reeves diga que es "otra adaptación del libro" independiente a la película de Tomas Alfredson, porque es una mentira como una catedral.
Lo que Matt Reeves hizo es reinterpretar la película y darle un alma distinta. Es decir, lo que hizo fue intentar que los mismos planos transmitieran cosas distintas.
Lo consiguió, y le quedó bastante bien. Más comercial y más americano, más accesible a la gran mayoría del público, con más gore para los que no son capaces de entrar en la historia (así como ocurrió con la original, que a mucha gente le decepcionó) y con un desarrollo bastante más rápido y más tensión argumental.
¿Y esto es bueno, malo o gris? Ni una cosa ni otra. Sin ser maniqueo hay que decir que simplemente abarca un público más amplio y que puede que te guste más o menos que la sueca. La calidad es más o menos la misma.

En cuanto a la ambientación y la banda sonora, era muy pero que muy difícil superar la maestría de Johan Söderqvist, y no obstante Michael Giacchino hizo un trabajo estupendo.

Los actores, Kodi Smit-McPhee y Chloë Grace Moretz hacen asimismo unas interpretaciones más que decentes, muy metidos en su papel.

Sin mucho que decir puesto que con mi crítica a la original ya está todo dicho, yo me quedo con la poesía de la original que me transmitió más que esta, pero esto no le quita ningún mérito a la joyita americana que es un remake buenísimo aunque innecesario. De todas formas, si Matt Reeves quiso rehacer la película dándole su toque personal, es un derecho inalienable y no hay por qué criticarlo: por lo menos no la fastidió.

Guilty Crown en conjunto es un anime muy irregular, tirando a mediocre, pero ocurre lo que suele pasar en este tipo de casos, y es que destaca brutalmente en ciertos aspectos. Muy notablemente:

-Una banda sonora impresionante. Pero es que por favor, ¿a alguien le puede pasar desapercibida? Es simplemente brutal, desde el OP My Dearest, pasando por Krone, Bios, Euterpe... Sin duda uno de los mejores soundtracks de todo el mundo del anime, siendo impensable que no aparezca en cualquier top del estilo que se te pase por la cabeza.

-Visualmente está muy cuidada, con una ambientación preciosista acompañada de una buena animación siempre muy fluida cuando tiene que serlo, sin perder detalle.

Estos dos puntos hacen evidentemente que Guilty Crown sea un anime que te entra por los ojos y oídos como ningún otro, y esto, junto con el comienzo de la historia que parece alejarse de lo tipico, sube tus expectativas por las nubes al empezar su visionado. Por desgracia no es oro todo lo que reluce, y parece que ese maldito refrán le pega como anillo al dedo a esta serie.

En realidad la historia que al principio parece tener un aire de distinción, y unos personajes que parecen tener cosas que contarnos, resulta que no degenera en más que en una trama mal desarrollada y en unos personajes totalmente cartón. Da igual que tengas mucho que contar si no lo sabes contar bien o directamente no lo cuentas. Da igual que crees un prototipo de personaje único si luego no lo desarrollas. Da igual que intentes crear tensión dramática si antes no has desarrollado a esos personajes, porque el espectador no va a empatizar ni lo más mínimo. Ojalá todo en el anime estuviera tan cuidado como el aspecto audiovisual, pero no.

Tampoco quiero dar a entender que el anime sea un bodrio, en absoluto. Se deja ver perfectamente y cumple con la función de entretener, pero hay que ser un poco duro para no dejarse engañar por las apariencias. Guilty Crown es ante todo un anime pretencioso, pero que no sobresale en más que en lo audiovisual. Aunque todo sea dicho, en esto último hay que aplaudir un buen rato.

Conclusión: no te marcará como historia, pero probablemente lleves la música en tu móvil durante años.