El nuevo borrador de la futura Ley de Cine en España prevé que los largos dirigidos por mujeres se consideren, literalmente, “obras difíciles” y aprobado está que se reserve un 35% del crédito en cada categoría de ayuda pública a proyectos que tengan a una cineasta tras la cámara..sin embargo estamos ante una obra donde digamos que lo difícil y el mérito femenino recaería digamos en Carmen Machi al echarse sobre sí todo el peso de la película para tratar de salvarla.

Pese a supuestamente el mensaje de la peli es buscar la integración, dejando de lado las diferencias étnicas o culturales, "Lo nunca visto" es extremadamente racista y carece totalmente de gracia, quereriendo aplicar una fórmula no solo obsoleta, sino que si probablemente su guionista (y directora) fuera a categorizar le llamaría "humor negro"...pues así de estigmatizante puede llegar a ser, cuando no solo cosifican a "los negros", sino que a lo largo de toda la peli, pretenden sacar cada intento de chiste del hecho de tener cuatro personajes "exóticos".

De comedia, nada..de vergonzoso, mucho. Ojalá se financiaran por igual otro tipo de proyectos y directores menos económicamente acomodados quizá pero muchísimo más talentosos, que sin dudas, si tuvieran la oportunidad de trabajar con actores de tal talla como las de este casting en sus filmes, saldría un producto bien diferente.

Contar historias siempre tiene su dosis de fantasía, es por ello que Marisa, no carece de ella; tener la capacidad de contar historias, tal y como se hace en Marisa en los bosques, sin embargo, no es algo que todos son capaces de hacer.

Marisa tiene el sabor de las pequeñas cosas que hacen la vida maravillosa. Captura Madrid como el perfecto escenario en donde no necesitas no estar despierto para poder soñar. Marisa tiene la risa y tiene el llanto. Tiene el reflejo de esos amigos que siempre están ahí, cómplices de otras historias y que necesitan a veces, tanto o más que nadie, el hada, el bosque y la despedida oportuna en su propio cuento.

Marisa puede ser la historia de cualquiera, (la mía incluso), pero cualquiera no hubiera podido contar su historia de una forma tan especial como si fuera una historia auténticamente única. Gracias por tanta magia a quienes han hecho y son Marisa.

Se luce el trabajo de animación; destaca la música, y en especial el "September", que acompaña esta preciosa historia que no necesita diálogos o palabras para decir tanto, pero sin dudas son Dog y Robot quienes nos recuerdan como en la vida misma, como siente el corazón cuando se quiere y cuando se ha querido.

¡Vampiros en La Habana! es sin dudas un clásico y una constante en el humor y la idiosincrasia no solo de una, sino de muchas generaciones de cubanos. Una combinación de la cubanía y el mito de los vampiros. Un cuadro divertidísimo que invita a reír.