La guerra del mañana arranca con una buena premisa, la gente del futuro te pide ayuda porque sino están perdidos.
El inicio promete, el supuesto problema se trata de ocultar del espectador tanto como se puede, pero cuando arranca la cosa...
Y es ahí donde la película hay que disfrutarla sin pensar, porque es un despropósito argumental tras otro.

Mala, es mala. Pero de mala hasta es buena.

Y no es que sea una buena película, que no lo es, es que es tan mala, que una vez que la interiorizas, empieza a no serla.

Las actuaciones, rozando el ridículo, pero es que desde el minuto 1 no puedes tomártela en serio.

La historia, va dando bandazos de un línea rocambolesca a otra, con un protagonista pasado, y unos jóvenes, a cuál más encasillado y pintoresco.

La cinta no da para más, pues el presupuesto manda por encima de la historia que cuenta, que mucho vampiro y tal pero la sangre y los efectos los dejan para una segunda parte.

Estoy muy lejos de recomendarla, pero de tan mala que parecía al principio, al final ni es tan mala, si no esperas ver buen cine, no casi vampiros. Quédate con un humor raro, negro y adolescente y puede que no te sea tan mala.

Un episodio más corto y de otro estilo al primero.

Si bien mantiene el interés, es cierto que la historia se hace mucho más burlesca que su predecesora.

La ambientación y el lugar vuelven a formar parte de la trama, y aunque deja parte de la historia por saber, es suficiente para que en unos 30 minutos (más corto que la anterior) te mantenga y no se haga pesada.

Me parece peor historia pero con mejor final.

Me ha gustado. No es lo que esperaba pero me ha gustado.
Quizás hay que ir con la mente libre y sin saber bien lo que vas a ver para comprender que lo que vas a ver no es algo que se vea mucho en el cine.
Y no, no esperes un western al uso. Son 6 historias con un nexo de unión. Está claro que el más evidente es la muerte, pero cuando veas las 6 quizás veas alguna otra.
Las historias, las hay mejores, las hay interesantes, las hay con moraleja fácil, con mucho humor negro, y con finales no tan felices, y es que eso también debía ser el oeste.
Esos toques de humor tan peculiares le quitan algo de credibilidad al género, que por otro lado está algo abandonado, pero que no os ciegue el brillo de los cohetes, porque os puede quitar del resto del espectáculo, del olor, del sabor y del sonido.
No será recordada como una buena película, ni siquiera como un buen western, pero tiene algo que es difícil de explicar si no la has visto, por lo menos una vez.

Con un ritmo lento, y personajes pintorescos, la película avanza en un western de tendencia clásica en cuanto al trato y al argumento, para desarrollarse tediosamente por momentos (otros son necesarios ese tiempo) hacia un cambio final de género (o más a una mezcla de géneros).

Por decir su fortaleza y su debilidad, los personajes están muy definidos y con tanto tiempo en pantalla empatizas con ellos, frente al giro final gore tan explícito como desagradable (posiblemente) que a los amantes de un buen western les dejé un extraño sabor de boca.