Facilona, no acaba de funcionar ni la parte cómica ni la dramática porque no ofrece nada original. Parece un intento de "La vida es Bella" pero sin el ingenio y el talento de Benigni. Los niños están estupendos y la historia es entretenida pero un poco cobarde. Condescendiente con todas las partes. Las canciones de entrada y salida muestran muy poca originalidad. En realidad es una película de manual pero en una época en la que el manual hay que ir actualizándolo. Se me ocurre que quizás para los pequeños o los más jóvenes puede ser una forma de rememorar.

Cierta intriga logra provocar pero para ser una película de misterio, los tiempos no están muy logrados. Pasa más de una hora hasta que el misterio aparece y, después de que quede más o menos clara la conclusión, que no la resolución de los todos las incógnitas, tarda en llegar.
No creo que sobre metraje, a este asunto le presuponemos una motivación por parte del director, lo que considero es que no ha controlado bien los tempos.
El retrato de los personajes, además de uno más amplio de la Corea actual, es destacable en la parte positiva. Aunque nos quedan por resolver interrogantes, las personalidades se dibujaron con corrección, así como las dos o tres Coreas con sus profundas desigualdades.
Las ideas de (in)justicia, castigo, crueldad; muy dibujadas con muy poco.
La música destaca positivamente. Es una buena compañera en el viaje.
En realidad es una película que invita a unas reflexiones posteriores interesantes.

Los aspectos cuestionables de la película son los que hacen que no funcione del todo. Sin un orden concreto, mencionaré algunos y trataré de no desvelar nada fundamental pero no recomiendo su lectura sin haberla visto.
¿Qué lecturas se pueden sacar? Con respecto a la homofobia, ¿conseguimos trasmitir una idea aceptable en el 2022? Demasiado tibia en este sentido.
Las actitudes moralmente reprobables de todos los protagonistas siguen siendo más negativas en la mujer. Parece que queremos emendar el comportamiento y justificarla pero en el fondo la convertimos en la verdadera antagonista de la historia. Tampoco debería ser el enfoque en nuestra época. Algunos discutirán que dice esto y lo otro pero los actos son claros. Los de ella. Con ellos el texto es más tibio, los justifica y salva.
El tema del ya casi señor Styles, de todos, es el que más me pone los pelos de punta. Espero que a estas alturas nadie reniegue del intento de sexualizar a la criatura desde su adolescencia. Es de mal gusto que esta película, casualmente, lo muestre como una parte importante de sus seguidores fantasea. Es inapropiado el uso que se hace de su persona en general pero el señor Styles parece el primer interesado, y desprecia la imagen de juguete roto. Pues bien, en ese caso no lo trataremos con deferencia. Como actor, por más que tratan de favorecerle con frases cortas y simples (no creo que sea una mera caracterización del personaje) le falta mucho bagaje. Eso sí, quien venga a la película por morbo no quedará decepcionado. Al fin y al cabo, parece una película hecha a la medida del señorito Harry. Los que buscamos algo más, le recomendamos estudio, práctica y trabajo o no envejecer o buscar alternativas.

El Amor en su Lugar, imagino, sería la forma menos desacertada para mantener parte del título original que es imposible traducir al español manteniendo significado completo y juegos de palabras.
Es desgarrador no poder mantener la versión original en este caso, pero me temo que sólo aplica al título. En pocas ocasiones defenderé que el doblaje de una película es aceptable y, sin poder juzgarla en este caso porque no la he visto, me atrevería a aconsejar a quien la buscase que no parece que vaya a perder tanto si se decanta por la versión doblada. Esta es una de las dos pequeñas, minúsculas críticas negativas que leerán sobre la obra en estas líneas: no se entiende bien a los actores sin subtítulos. No me repelen los acentos en absoluto. Es más, probablemente sean más que aceptables el de los actores, pero perdí unos minutos de disfrute hasta hacerme a la idea de necesitar leer para comprender todo.
La segunda, totalmente subjetiva, y movida por una terrible y asquerosa envidia por la perfección del señor Cortés, atacaría a lo ñoño de Love Gets a Room. Diría que los sentimientos no hacen perfectos a las personas y que parecería que al señor director le falta experimentar la pasión y los sentidos no externos. Qué malos son los celos.
Lamento que mis palabras anteriores no reflejen con completo mi admiración. Love Gets a Room es tan maravillosa que no necesitaba de actuaciones brillantes, ni de estrellas resplandecientes, Y todo, absolutamente, parece el milagro de un autor que controla al máximo (con las limitaciones lógicas de la industria) su creación.
Qué asco ser tan perfecto, don Rodrigo.

Si el arte se midiera por los sentimientos que despierta o por el valor social, de reconciliación, Maixabel sería la mejor película del año en España. Me queda la duda de si habría tenido más reconocimientos si no hubiera miedos agazapados entre las sombras.
Que no se premie a Almodóvar es un bagaje que el manchego debe cargar por a saber qué mentalidades o qué discrepancias artísticas. Que se premie a de León es comprensible pero, disculpen la insistencia, Maixabel tendría que recibir al menos la gratitud de una sociedad que, sin ser vascos, vivimos el mismo miedo y la misma solidaridad hasta el comienzo de siglo. Y muchos hasta sin ser del todo conscientes. Por esto manifestaciones artísticas como Maixabel son necesarias. Por el pasado, por el presente y porque nos enseña que hay otras formas de disfrutar que no son las risas o los aspavientos.
Tosar se va de cabeza a la lista de los que no fallan nunca y sin hacer sombra a Portillo, que le hace sumar puntos.