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Mauricio (Isla) Mauricio (Isla) · Vheissu
Críticas de Jean Ra
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Críticas 262
Críticas ordenadas por utilidad
6
3 de febrero de 2006
108 de 144 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película absolutamente vacua, con unos personajes sin profundidad que se interrelacionan de una manera superficial. Me parece que se la aprecia por encima de sus verdaderas cualidades, que para mí son la atmósfera de ensoñación que crea la directora y su buena combinación con la música, pero eso no es lo suficiente para que una película se merezca todo tipo de alabanzas, no al menos ne la forma que ésta está hecha. Con esta película o conectas/simpatizas desde el principio o estás perdiendo el tiempo porque la película no crece demasiado ni luego muestra nada diferente o asombroso y te resulta un desfile continuo de fría cursilería.
Como Las vírgenes suicidas se sumerge en un continuo ejercicio de nostalgia de una época que no es la mía en un país que no he vivido, mi identificación por el tema es prácticamente nula y su limitación a la hora de narrar no ayudan a su comprensión, con lo cual resulta algo cansina (el libro en cambio es directamente agotador). Para colmo los hechos más desgarradores de la historia no se explican con precisión o se pasa por encima de ellos con puntillas, utilizando un tono que para mí no es demasiado válido y la expectación se diluye. Como la película es tan sumamente etérea sus interpretaciones no aportan gran cosa ni profundizan. Como el realto no tiene fuerza y las interpretaciones apenas si presencia, la película pertenece por lo tanto a su directora, que teniendo en cuenta la ayuda que ha tenido de los productores (papi Coppola) es, de entrada, algo dudoso su verdadero mérito.

Película interesante visualmente, pero no es ninguna maravilla y menos aún un hito del cine moderno.
Jean Ra
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10
30 de setiembre de 2005
77 de 103 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es enorme, grandiosa sin lugar a dudas. Se nota el cuidado en cada uno de sus detalles: la dirección, el guión, la fotografía, la maravillosa banda sonora... a mí la suma de todo me da una película redonda, la gran obra maestra de los Coen, lo cual no es poco decir. Han hecho cosas muy buenas esos dos tipos, pero de la escena de la ejecución en el bosque y del asalto nocturno de los gángsters a la casa del personaje de Albert Finney harán que se mueran enormemente orgullosos por haber proporcionado tan sensacionales momentos al cine moderno.

Para hablar de esta película sólo tengo elogios. No sé cual de sus aspectos me maravilla más: su humor negro, su inteligencia, sus diálogos, endiablados e ingeniosos, los personajes, la complejidad de una historia que exige tu entera atención y las interpretaciones del reparto, que no sólo se contentan con aprovechar el excelente trabajo base, si no que además lo bordan, sobretodo Gabriel Byrne con su impecable interpretación del canalla de Tom Reagan. En el cine no siempre coinciden una historia interesante desarrollada con maestría con un poder de narración absoluto y apabullante pero cuando lo hacen dan lugar a obras maestras. Y como una película de gángsters consigue hacerte vibrar con tan pocas escenas de auténtica y pura acción. Conseguir eso no es nada fácil, señores.

Cuando hablo de cine hablo de películas así, de las que te atrapan, te marcan y te siguen aún mucho después de haberla visto. Lo dicho: OBRA MAESTRA con todas las letras y por derecho propio.
Jean Ra
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6
1 de marzo de 2007
79 de 112 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conozco a no poca gente que ha hablado auténticas maravillas sobre esta película. Hablando de ella como la gran sorpresa del año, una pequeña gran joya, el gran hallazgo del cine europeo y todo ese tipo calificativos que la gente suele gastar con películas que consiguen sobrecogerles cuando no lo esperaban. Yo he querido meterme en ese club, pero no he podido. A esta película le veo los mecanismos, le noto el tufo peliculero y aunque eso no es necesariamente un defecto por si solo, para mí sí que lo es para que pueda sentirme sobrecogido y atrapado por una historia de este calado. El mal en ella me ha de parecer auténtico, creíble al 100%, no quiero ver drama, si no realidad. No he encontrado esa naturalidad, no puedo añadirme a sus admiradores. Además, ya empiezo a estar bastante cansado de las películas de segunda guerra mundial, me parece que se está exprimiendo demasiado a esa vaca con swasticas y judíos. Empiezo a estar hasta el mismísimo gorro, la verdad.

Ojo, que la película me parece interesante. Es moderadamente elegante, está realizada con mimo y muy buenas intenciones, tiene un gran potencial que luego, no obstante, no acaba de explotar. Por un lado la dirección de Verhoeven peca de ser demasiado convencional, su sentido para confeccionar planos resulta demasiado formal, demasiado clasicoide y por lo tanto visualmente la encuentro muy desnaturalizada. Por otro, en los personajes no aprecio una auténtica dimensión (quizá podríamos exceptuar al nazi coleccionista de sellos), no me han parecido creíbles, incluso un poco cartón piedra, hasta el punto que a pesar de los horrores que atraviesan uno no se siente capaz para interesarse por su devenir. Son tantas las calamidades que quieren colar, todas tan agolpadas, que mientras las ves, sabes que, como aún falta un rato para que la película acabe, van a intentar retorcerlo un poco más, con lo que ves la película preguntándote, a ver que fiera van a meter en la jaula para que rellene esta historia.

No se puede negar: el tramo final resulta anticlimático. El que una película de espionaje tenga que convertirse en un súbito film de misterio parece que la quieran estirarla como si de un chicle se tratara. No le veo el sentido. Y que la película esté contada en flashback me parece que no le hace ningún favor, no lo veo necesario. Además le resta emoción porque ya sabes como va a acabar la sufrida semi-meretriz. De haber entrado al cine cuando la película ya estaba empezada hasta la hubiese visto con otros ojos.

No demoniza por completo a unos ni santifica a los otros. Consigue que al final los holandeses también te resulten repugnantes (a los nazis ya los tenemos suficientemente repugnados) y te hagan ver que es la circunstancia lo que condiciona el carácter de un bando o de un hombre. Puede usted anotarse un tanto en su casillero, mr. Verhoeven se puede anotar un tanto. Eso sí que le hace un favor y la hace estar un poco por encima del mero producto palomitero.
Jean Ra
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4
3 de marzo de 2006
74 de 102 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se me escapó alguna lágrima... al bostezar. Definitivamente el cine de Truffaut no es para mí. Después de tres películas aún no he conseguido conectar de verdad con ninguna, por lo menos no en la forma que se supone.

Siendo lo más objetivo posible, e intentando valorarla por encima de su mito, he de decir en honor a la verdad que esta película me ha aburrido bastante. Y lo curioso es que no es lo que se puede entender como un film denso ni nada de eso. Los diálogos eran más bien poco atractivos, poco profundos, poco divertidos y etc., etc... y eso, en una película como ésta, más basada en los diálogos que en la acción, es un crasso error. Y la voz en off me pareció que sobraba en la mayoría de las veces que se utilizaba, no la veía necesaria.
Luego viene el apartado de los personajes. Cuesta implicarse con un tipo tan sumamente bobalición y manipulable como Jules, de una chica más bien odiosa como Catherine o un indeciso perpetuo como Jim. Me resultaron un grupito bastante patético y por lo tanto no me importaba lo más mínimo lo que les pudiera ocurrir. Ni conseguí implicarme ni tampoco identificarme con ellos. Si he de ser sincero incluso diré que tampoco me daban la auténtica sensación que estuviesen enamorados de Catherine (no sé a que ser humano le podría satisfacer una relación como la que tienen ellos con ella) y de ella tampoco entendí sus vaivenes. Es una mujer que o bien está profundamente confundida o bien es maquiavélica y le gusta jugar con con los hombres, no veo entonces que la hace tan adorable. Según Jules, es porque es una mujer de verdad, lo cual me parece desconcertante viendo su comportamiento, parece que ese aproveche de sus debilidades, no?

En general a esta película me parece que le hubiese venido bien algo de mano izquierda, algo más de cáracter porque la historia en sí parecía desgarradora pero está llevada de una manera que por lo menos en mi caso me dejó igual y su guión no consiguió que me pudiera sentir mínimamente interesado. Apenas reaccionan humanamente ante la adversidad. Los protagonistas se asemejan más a las estatuas que visitan al principio del film que a seres humanos propiamente dichos.

Personalmente diré que me ha resultado una película tremendamente sobrevalorada. El caso es que al principio parece interesante, supogno que nos engaña un poco su fotografía, pero su parte escrita me mata de mala manera.
Jean Ra
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7
24 de enero de 2024
56 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
La carrera de Jonathan Glazer da tantos giros, los argumentos que traza e incluso sus depuraciones visuales son tan inesperadas y variadas, que me sorprendería que el director tuviera planificado a diez años vista los largometrajes que va a rodar. Tan pronto realiza una desestructurada pero estimulante película de atracos como una atmosférica y siniestra invasión de una extraterrestre que utiliza el sexo como anzuelo. El hilo que conecta esas piezas dispares, ya sea en "Birth" o en "Under the skin", podríamos observar que se trata de un impulso interno que late en sus protagonistas y que oculta un mundo interior verdaderamente oscuro, el cual, en "La zona de interés", alcanza su paroxismo: triviales e inofensivas escenas hogareñas de una familia protestante mientras en el fondo vemos y oímos detalles sueltos de uno de los mayores horrores del siglo XX.

El principal valor que yo le encuentro es la fotografía del polaco Lukasz Zal, que nos nutre los ojos con esos planos tan amplios, ocasionalmente interrumpidos con algunas imágenes de los rostros, tan sumamente milimetrados que nos transmite una sensación clínica, de frialdad de cirujano. Se adapta a la visión de su personaje principal, la mirada de un funcionario de la muerte. Para cualquiera que haya visto suficiente cine comprende lo complicado que es sostener la tensión narrativa mediante ese tipo de imágenes, algún tipo de pulso que mantenga la mirada del espectador, es fácil que decaiga y arroje al espectador al tedio, para manejarlo adecuadamente hace falta la mano de un buen cinematógrafo como Zal y un buen director como Glazer, que sabe qué objetivo persigue con esos medios. Y a mí me parece que evidente quiere reforzar el contexto, que la visión sea lo bastante amplia para que presenciemos el vistoso jardín pero que con columnas de humo de las incineradoras, todo encajado en un mismo plano, porque ese es el fin último del relato, sumergirnos en un mundo cotidiano, surtido de bagatelas como abrigos usurpados a las víctimas, semejante al de cualquier familia de clase media, y mostrar cómo se puede coexistir al lado de los peores crímenes.

Por lo tanto no me parece sólo una particular visión del Holocausto, la visión de Glazer alcanza más allá. Rudolf, el personaje principal, gran capataz de la maquinaria asesina, es mostrado como un hombre cumplidor y muy serio, encarnación del perfecto protestante, capaz de presenciar violencias infames en su jornada laboral y, al dar unos pocos pasos, atraviesa el umbral de su casa y se comporta como un padre sobrio pero con gestos cariñosos con sus hijas, que las recoge sin una mala palabra si las descubre sentadas en algún peldaño de la escalera en plena noche, mientras observan la puerta de casa que da al exterminio.

La separación total entre vida hogareña y actividad militar, me parece a mí, viene a reforzar la idea de lo oculto, de la negrura subterránea que recorre el fondo de la mente de Rudolf, a quien ya en la primera escena del río lo vemos cerrar los ojos y suspirar como saboreando con alivio ese pequeño respiro. En el fondo su cabeza está embotada de violencia. A diferencia de la formidable "El hijo de Saúl", los campos no son directamente mostrados, sólo en algún plano aislado se ve la cara de Rudolf supervisando sobre su caballo el funcionamiento de los campos, con los gritos de verdugos y víctimas de fondo, todo eso no puede ser enseñado de forma frontal, es demasiado horroroso, y así lo comprendemos a lo largo de la película, por cómo se iluminan los hornos en la noche, los gritos de pánico que se filtran a través del jardín, las columnas de humo. Ese ocultamiento sin embargo late y bulle, también en la cabeza de Rudolf, quien se entrega a cumplir su deber, pero que en el fondo su cabeza está colmada de tantos crímenes presenciados y organizados por él. Es mediante eso que yo me explico los extraños minutos finales (*)

Me pareció entender que Rudolf Höss en el fondo no es tan malo, el problema es que su sentido del deber y los límites de su inteligencia en primer lugar lo convierte en un resorte necesario para el correcto funcionar de una maquinaria asesina y en segundo no le permite rechazarlo de forma explícita, romper con esa sociedad, en la cual él está integrado y sin embargo es violenta, fanática y muy racista. Es así como, al estilo de la novela "Las benévolas" de Jonathan Littell, se nos enseña como un tipo formal y corriente puede convertirse en un carnicero en una sociedad tan radicalizada y brutal. El contexto.

Por lo demás, si bien comprendo que los diversos signos conforman una reflexión de gran calado, también afirmo que en algunos momentos la narración me pesó, es como que en el fondo redunda en los mismos contrastes y los avances narrativos en la historia de Rudolf son muy escasos. Comprendo que Glazer se propuso algo semejante a eso, sólo que a mí no me cuajó del todo. De todas formas, una gran obra de uno de esos directores de una filmografía singular, capaz de desafiar al espectador desde diversos frentes, audaz y creativo, que si no rueda más a menudo es porque quiere que cada una de sus obras tiene que ser especial y por lo tanto debe madurarlas adecuadamente. No es una película para ver así, de cualquier forma y en cualquier momento, si acaso cuando se pueda conjugar la predisposición y una dosis adecuada de cafeína.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jean Ra
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