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Críticas ordenadas por utilidad
18 de diciembre de 2012
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quien viendo el reparto de la película crea que va a ver un buen producto, que se vaya olvidando- "Extract" es tan inofensiva como ligera, y su especialidad es despreciar líneas argumentales aprovechables para continuar por el camino más plano que uno pueda imaginar.
Tanto es así que su hora y media se le hará corta a cualquiera, pero no por el entretenimiento o por la acción, sino por la carencia de tensión, esa que te deja atontado en un lugar entre el sueño ligero y la desatención absoluta. Los argumentos de los que podría haber tirado no son demasiados, pero la protagonista Kunis se pasea unas cuantas veces ante la pantalla y Judge no le saca jugo, no la exprime, a pesar de que su personaje tiene tintes cómicos de sobra. El ritmo es ameno, pero las situaciones previsibles.
El peso de la película recae en Bateman, actor con muchos altibajos y que compagina una de cal con otra de arena. Siempre con el mismo registro, es un jefe flexible ante unos peculiares trabajadores, potencialmente graciosos pero también obviados. A este reparto le podemos unir apellidos ilustres como Wiig, Simmons o Affleck, pero no hay nada que salvar sobre ellos.
Pero no todo es culpa de un guión sencillo o de una dirección mediocre. Prácticamente todo el reparto tiene un historial de comedia que debería haberles servido de algo en pantalla, dando personalidad a sus personajes, aportando gestos, chistes, complicidad... (la sosería de Wiig es muy muy reprochable) y de paso haciendo que pasáramos un buen rato. Esto explica su paso directo al mercado del DVD...
Tanto es así que su hora y media se le hará corta a cualquiera, pero no por el entretenimiento o por la acción, sino por la carencia de tensión, esa que te deja atontado en un lugar entre el sueño ligero y la desatención absoluta. Los argumentos de los que podría haber tirado no son demasiados, pero la protagonista Kunis se pasea unas cuantas veces ante la pantalla y Judge no le saca jugo, no la exprime, a pesar de que su personaje tiene tintes cómicos de sobra. El ritmo es ameno, pero las situaciones previsibles.
El peso de la película recae en Bateman, actor con muchos altibajos y que compagina una de cal con otra de arena. Siempre con el mismo registro, es un jefe flexible ante unos peculiares trabajadores, potencialmente graciosos pero también obviados. A este reparto le podemos unir apellidos ilustres como Wiig, Simmons o Affleck, pero no hay nada que salvar sobre ellos.
Pero no todo es culpa de un guión sencillo o de una dirección mediocre. Prácticamente todo el reparto tiene un historial de comedia que debería haberles servido de algo en pantalla, dando personalidad a sus personajes, aportando gestos, chistes, complicidad... (la sosería de Wiig es muy muy reprochable) y de paso haciendo que pasáramos un buen rato. Esto explica su paso directo al mercado del DVD...
22 de agosto de 2012
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante la última locura del genial Luc besson como productor. si es descabellada o no lo dictará la taquilla y la crítica, pero sin duda lo que aún no ha conseguido es hacer mucho ruido, sin duda sello de la casa del realizador francés.
Es un mal síntoma para una película de acción, que transcurre en un futuro en el que la deshumanización de la especie ha alcanzado su cenit hasta llevar a una cárcel más allá de nuestro planeta. Podría ser ésta una lectura válida, pero quizás demasiado profunda para un film que tiene como punto fuerte las explosiones, las huidas y las carreras a lo largo y ancho de la fortaleza espacial.
En cuanto al guión, cumple las normas básicas del género de aventuras: chica en apuros, secuestrada por el villano de turno, al cual se le puede rebelar cualquiera de sus secuaces en cualquier momento, y un héroe que va sobrado por la vida y que aquí tiene un aire socarrón en su forma de hablar que le viene bien a la película. Si a todo esto le sumamos lo difícil que suele ser adentrase en la fortaleza y la fácil que resulta salir, ya tenemos el cóctel preparado.
Pearce, Grace y Stormare ponen sus conocidas y cotizadas caras al servicio de una película que debería haber esforzado un poco más a la hora de poner veracidad en la historia, pero que satisfará el apetito de todo aquel que busque explosiones hasta cuando las granadas se hayan acabado.
Es un mal síntoma para una película de acción, que transcurre en un futuro en el que la deshumanización de la especie ha alcanzado su cenit hasta llevar a una cárcel más allá de nuestro planeta. Podría ser ésta una lectura válida, pero quizás demasiado profunda para un film que tiene como punto fuerte las explosiones, las huidas y las carreras a lo largo y ancho de la fortaleza espacial.
En cuanto al guión, cumple las normas básicas del género de aventuras: chica en apuros, secuestrada por el villano de turno, al cual se le puede rebelar cualquiera de sus secuaces en cualquier momento, y un héroe que va sobrado por la vida y que aquí tiene un aire socarrón en su forma de hablar que le viene bien a la película. Si a todo esto le sumamos lo difícil que suele ser adentrase en la fortaleza y la fácil que resulta salir, ya tenemos el cóctel preparado.
Pearce, Grace y Stormare ponen sus conocidas y cotizadas caras al servicio de una película que debería haber esforzado un poco más a la hora de poner veracidad en la historia, pero que satisfará el apetito de todo aquel que busque explosiones hasta cuando las granadas se hayan acabado.
10 de agosto de 2012
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece que Shyamalan ya tiene sucesor para cuando decida retirarse, aunque ese momento parezca estar aún bastante lejos. Nichols ha conseguido recrear esa atmósfera misteriosa y calculada, sin muchos sobresaltos que vimos en la incomprendida "El incidente". Una atmósfera que embauca y acecha al espectador por partes iguales, pero sin cortinas de humo.
Nichols firma un producto serio y de calidad, bien dirogido y que se basa en un inquietante guión, pero que tiene sobre todo a un actor protagonista en estado de gracia. Construye con meticulosidad un personaje temeroso para con su pasado familiar que se ve envuelto en una serie de pesadillas en las que no sabe distinguir entre realidad y ficción. Lo bueno es que el público tampoco sabe cuál es cuál, con lo que te mantiene en vilo hasta el final. La transformación de Shannon, cada vez más grave, proporciona a la película un nuevo elemento al que agarrarse, y es que ande escasa precisamente.
No podemos olvidar la actuación de Chastain, que desarrolla a su personaje como si fuera uno de nosotros, haciéndolo creíble y comprensible. Es fuerte y decidida, pero quizás haya cosas que pocos pueden superar. Solo la convicción puede ayudarla a ella y a nosotros, que para este momento ya nos hemos dejado hechizar por la película.
Poco importa cómo acabe, porque "Take shelter" es un de esos ejemplos que demuestran que a veces es más importante el desarrollo que el resultado final. Y todo ello sin dudosos giros de guión o sospechosos trucos malabarísticos sacados de la manga que no hacen más que empañar el final.
Nichols firma un producto serio y de calidad, bien dirogido y que se basa en un inquietante guión, pero que tiene sobre todo a un actor protagonista en estado de gracia. Construye con meticulosidad un personaje temeroso para con su pasado familiar que se ve envuelto en una serie de pesadillas en las que no sabe distinguir entre realidad y ficción. Lo bueno es que el público tampoco sabe cuál es cuál, con lo que te mantiene en vilo hasta el final. La transformación de Shannon, cada vez más grave, proporciona a la película un nuevo elemento al que agarrarse, y es que ande escasa precisamente.
No podemos olvidar la actuación de Chastain, que desarrolla a su personaje como si fuera uno de nosotros, haciéndolo creíble y comprensible. Es fuerte y decidida, pero quizás haya cosas que pocos pueden superar. Solo la convicción puede ayudarla a ella y a nosotros, que para este momento ya nos hemos dejado hechizar por la película.
Poco importa cómo acabe, porque "Take shelter" es un de esos ejemplos que demuestran que a veces es más importante el desarrollo que el resultado final. Y todo ello sin dudosos giros de guión o sospechosos trucos malabarísticos sacados de la manga que no hacen más que empañar el final.
16 de julio de 2012
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Infiltrase en las clases de instituto cuando uno ya tiene una edad, debe ser realmente complicado. Si se lo preguntáramos a Drew Barrymore (físicamente) o a Zac Efron (mentalmente) y podrían contarnos lo difícil que es. Sin embargo, pasan los meses y cada cierto tiempo Hollywood nos obsequia con una película de temática similar, en la que los protagonistas ingresan en las aulas pasando totalmente desapercibidos. Qué suerte, que dirían algunos. Qué pesadilla, que dirían otros.
En "Infiltrados en clase" hay un poco de todo, y en esas segundas oportunidades a veces las cosas son diferentes a como eran en el pasado. Esta película, orientada principalmente al público juvenil, tiene un as en la manga: divierte. Lejos de hacer el ridículo,esta buddy movie explota las ligerezas del guión para hacer el gamberro lo máximo posible. Abusando, probablemente en exceso, de los binomios gordo-flaco o guapo-feo, la película arranca carcajadas.
La química entre ambos protagonistas es evidente, creando unos personajes que a veces parecen sacados de un cómic por lo histriónico y absurdo. Esto le viene muy bien a una película que por otra parte resulta obvia y carente de originalidad, pero que con algunos detalles en los gags y con algún cameo que otro (magnífico por cierto) se convierte en un producto por encima de la media.
En "Infiltrados en clase" hay un poco de todo, y en esas segundas oportunidades a veces las cosas son diferentes a como eran en el pasado. Esta película, orientada principalmente al público juvenil, tiene un as en la manga: divierte. Lejos de hacer el ridículo,esta buddy movie explota las ligerezas del guión para hacer el gamberro lo máximo posible. Abusando, probablemente en exceso, de los binomios gordo-flaco o guapo-feo, la película arranca carcajadas.
La química entre ambos protagonistas es evidente, creando unos personajes que a veces parecen sacados de un cómic por lo histriónico y absurdo. Esto le viene muy bien a una película que por otra parte resulta obvia y carente de originalidad, pero que con algunos detalles en los gags y con algún cameo que otro (magnífico por cierto) se convierte en un producto por encima de la media.
13 de febrero de 2012
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras leer el título de la película y conocer, aunque sea de pasada, la historia que quiere narrar, uno puede esperar grandes cosas de este título. Esperábamos una nueva visión del manido tema del psicoanálisis, vista desde el enfoque de un director arriesgado que sabe casi como nadie dotar de una atmósfera agobiante incluso aquello que no lo tiene.
Sin embargo, todas las cuestiones que pensábamos iban a ser desveladas se quedan en el tintero de lo que no se descubre, se pasan de largo y ni siquiera consigue dar una utilidad concreta a todas las conversaciones entre ambos protagonistas masculinos. No explota el tratamiento que recibe Spielrein, supuestamente bastante complicado, ni su relación con Jung, que parece sacada de cualquier obra con un menor empaque.
Por otra parte, el aspecto actoral está mas que a la altura, con un Fassbender muy acertado y un Mortensen perfecto a la hora de dar las réplicas a su colega. Después de todo, es Knightley quien se lleva la mayoría de los halagos tras crear un personaje inmerso en la locura y cuya recuperación se hace patente a lo largo del film.
Quizás sea muy extensa por lo que quiere tratar y es por ello que se hace demasiado aburrida a ratos no por lo que cuenta, sino porque le falta un ritmo narrativo más alto que atrape al espectador y le influya en su forma de pensar. Aunque sea en sueños.
Sin embargo, todas las cuestiones que pensábamos iban a ser desveladas se quedan en el tintero de lo que no se descubre, se pasan de largo y ni siquiera consigue dar una utilidad concreta a todas las conversaciones entre ambos protagonistas masculinos. No explota el tratamiento que recibe Spielrein, supuestamente bastante complicado, ni su relación con Jung, que parece sacada de cualquier obra con un menor empaque.
Por otra parte, el aspecto actoral está mas que a la altura, con un Fassbender muy acertado y un Mortensen perfecto a la hora de dar las réplicas a su colega. Después de todo, es Knightley quien se lleva la mayoría de los halagos tras crear un personaje inmerso en la locura y cuya recuperación se hace patente a lo largo del film.
Quizás sea muy extensa por lo que quiere tratar y es por ello que se hace demasiado aburrida a ratos no por lo que cuenta, sino porque le falta un ritmo narrativo más alto que atrape al espectador y le influya en su forma de pensar. Aunque sea en sueños.
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