Divertida comedia británica repleta del más puro humor inglés, absolutamente cínica y descarnada, relata el proceso de negociación política que puede llevar a declarar una guerra. Aparecen políticos ineptos que cada declaración la convierten en una metedura de pata, jóvenes trepas, políticos mallhablados y nepotistas, y algunos que otros (los menos) presentables...

La dirección de actores es muy buena, mientras que la artística es más bien ligeramente cutre, aunque tal vez ello ayude a generar el ambiente descreído de la película. Las actuaciones son magníficas, desde el político británico inepto hasta la joven asistente americana, pasando por el militar comprometido americano.... El guión es desternillante, con puntos magistrales...el muro, la infelididad de uno de los protagonistas, las comisiones de investigación etc. todo es una risa. El humor es negro, muy negro, corrosivo, directo a la línea de flotación de la política británica, sin remilgos ni ataduras, pintando a los británicos como puras marionetas de los americanos y a estos últimos como unos prepotentes que consideran a las instituciones internacionales tan solo como algo a manipular para llegar a sus objetivos previamente decididos....

En resumen, genial para reirse con sentido y dar un toque de humor a un proceso tan macabro...
(A abstenerse los que no le encuentren la gracia al humor inglés).

Valoración: 8.
Cine: Verdi Park.