Lila es una bomba: con sus ojos dice lo que piensa, con su lengua fabula extraños actos de amor, con sus manos fabrica flores de otro mundo.... Lila es una "Julieta" procaz que juega a ser mayor para atesorar todas las cosas de las que carece y que considera viajan en las alforjas de las personas adultas. Pero Lila no vive en el territorio de sus sueños y de su volcánica imaginación, está plantada en un barrio pobre y feo, y aunque sus raíces son la mayoría aéreas, ni el agua es potable, ni el aire recomendable.

Chimo es un perezoso soñador que está próximo a lanzar por la borda sus posibilidades creativas, animado por la nadería gamberra de sus amigos. Un día aparece por sus calles, sobre una bici con motor, un ángel rubio que huele a hembra y jazmín y que se convertirá en una obsesión. Chimo no había sentido nunca nada así, y aunque ella se muestra tan carnal, él la trata como si fuera un valiosísimo y frágil objeto único.

Los dos son demasiado jóvenes para contenerse pero lo consiguen como si de un entretenimiento tántrico se tratara, y mientras el amor rebosa los lobos solitarios y rencorosos acechan babeantes...