Humbert, el perverso. También ese pudo haber sido el título de mi crítica a ésta película, de la cual sólo destaco la bellísima fotografía y la impecable ambientación de época hasta en el más mínimo detalle; así cómo la actuación de Swain que sabe capturar muy bien la esencia púber, mezcla de ángel y demonio que le hace saltar la llave térmica a Irons (en un papel similar al que encarnó en "Damage: Una Vez en la Vida")
No puedo hacer comparaciones entre esta remake y la versión original de Kubrick, porque todavía no he visto la película que interpretaron Sue Lyon, Shelley Winters y James Mason. Sólo puedo decir que es la historia de un hombre atormentado, cuya mente quedó congelada con el recuerdo de ese amor de la adolescencia. Y termina convirtiéndose en un pervertido, ni más ni menos. Es la historia sin final feliz de alguien que abusa, de otro que manipula y de otro más que es más enfermo que los dos anteriores, y punto. Pasable.