Lo que más me gusta de esta serie es la objetividad. Aquí no hay buenos o malos... aquí son todos malos. A su manera claro... si hace falta apuñalar por la espalda a un compañero de profesión se hace, pero si dos meses después necesito su ayuda le beneficiaré al máximo para que me la dé. Son todos cínicos a su manera, incluida Zoe por supuesto.
Por otro lado, al relatarlo con objetividad me ha ayudado a entender (y a odiar aún más) el funcionamiento REAL de la política, asumiendo que lo que la sociedad-ciudadanía vemos es solo una minimísima parte de la realidad.

Kevin Spacey se luce en esta serie (oh my god! cuando me di cuenta de que Claire, su fría y manipuladora mujer, es Buttercup, de La Princesa Prometida!!)