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España España · Barcelona
Voto de Alina_Cat:
9
Romance. Drama. Comedia Lo que comenzó como un juego de infancia entre Sophie y Julien, un juego de atrevidos retos, con el tiempo se ha convertido en una forma de vida. Sophie y Julien llevan ese juego hasta el límite, se burlan de todo y de todos y se hacen daño deliberadamente. Moderno cuento de hadas que relata una grotesca y hermosa relación de amor-odio. (FILMAFFINITY)
18 de setiembre de 2011
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo, que me declaro sin rodeos amante del cine francés desde mis revelaciones adolescentes con Amélie o Los niños del coro, no conocía la existencia de esta película hasta que una tarde de domingo me concedió la fortuna de descubrir, entre esas pilas de películas grabadas en CD’s amontonados y bautizados con permanente negro, un título atrayente. Tomé el “Quiéreme si te atreves” por un “Mírame si te atreves”, y así, sin saber absolutamente nada acerca de lo que tenía entre las manos, elegí atreverme.

Mi reticencia a creer en las causalidades recibía un guiño del destino al aparecer, entre los créditos iniciales, el nombre de la musa de mis ojos, Marion Cotillard. Oh la la! Ya no hacía falta ninguna sinopsis, ninguna recomendación, ningun estímulo más para mi sexto sentido. Junto a Guillaume Canet, ella protagoniza el que fue el primer largometraje de Yann Samuell, que se atrevió a filmar en 2003.

Personalmente, entiendo el cine francés como un homenaje al buen gusto. Quizá se deba al haber sido los pioneros del séptimo arte (gracias de todo corazón, hermanos Lumière), pero es innegable que los hijos de liberté, égalité, fraternité conservan la frescura y la humildad del cine modesto. El suyo se trata de un cine de tipo único y peculiar. Se caracteriza por ser poco pretencioso, de escasos efectos especiales, presupuesto limitado y gozar de elegante sencillez. Es, muchas veces, el cine por excelencia del surrealismo, de lo fantástico y de lo paranoico (absténganse, pues, mentes sensatas y prácticas). No es el cine de las grandes productoras, tampoco de las colas quilométricas frente a las taquillas. Ni siquiera pretende ser más de lo que es: no se patrocina más de lo necesario ni crea falsa expectación, pues el cine francés es como es, si de algo puede presumir es de transparencia: no te engaña, te gusta o no te gusta. Su razón de ser es lograr un contenido bueno sin perder una pizca de estilo, y en eso se centra plenamente. El cine francés derrocha talento, sentimiento, emociones, un aura de magia que te sacude, agita, llega, llena y conmueve. Te corteja lentamente, y de repente, sin previo aviso, ocurre: Voilà! Ya te ha conquistado.

(continuo en spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alina_Cat
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