No me ha gustado.
Creo que es un monólogo sin gracia. Utiliza lenguaje soez, para intentar captar la atención y disimular que el chiste anterior no tiene gracia.
Se burla de Messi, insinuando que tiene discapacidad intelectual. Critica a los haters, hablando como ellos. Ha perdido la frescura y aquel encanto que tenía bajo el papel de hombre sensible y bonachón.
Creo que cae en la caspa y la chabacanería. Utiliza la excusa de la libertad de expresión para decir cualquier cosa. Me ha parecido ver a Millán Salcedo en sus horas más bajas.
Decepcionante.