20 de junio de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un amante de la ópera pretende construir un teatro en plena selva peruana, pero antes deberá hacer fortuna. Para ello decide remontar el Amazonas y abrir una ruta en el negocio del caucho.
La película que Werner Herzog consideraba más importante de toda su filmografía, acaso por lo dificultoso y accidentado del rodaje. Al igual que en “Aguirre, la cólera de Dios”, Klaus Kinski volvía a encarnar al quijotesco protagonista (inolvidable haciendo sonar a Enrico Caruso en un gramófono río arriba) finalmente devorado por su obsesión. Sintetiza tan febril epopeya la secuencia en que los indios nativos transportan un barco de vapor a través de una montaña (delirante hazaña recogida en el documental de Les Blank “Burden of Dreams”). Herzog recibió el premio al mejor director del Festival de Cannes.
“Sólo los soñadores mueven montañas.”
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