Es la primera película de Brosnan como agente secreto del Servicio de Inteligencia Británico o MI6, y la verdad es que es un debut sensacional, con unos muy cuidados efectos y una parte artística muy convincente.

Pero comentar que hay determinadas secciones de la película que inevitablemente nos remontan a "Sólo se vive dos veces", sólo que esta vez con aires menos asiáticos y más soviéticos.

Es sin lugar a dudas un papel que le viene como anillo al dedo a Brosnan, que como agente ya se ganaría la vida de forma televisiva con la serie "Remington Steel", pero en aquella ocasión se trataba de un detective privado, mientras que en esta se trata del espía más famoso del mundo.

El papel, según tengo entendido, le vino a las manos después de que Dalton cancelara su contrato con la United Artits de rodar una parte más de este personaje llamado James Bond, y la verdad es que fue todo un acierto, ya que vemos a un Bond a la altura de las circunstancias, con un nivel interpretativo a la altura.

Las localizaciones, en esta ocasión son fabulosas, en parte gracias a que siendo una película más moderna se podía aprovechar bien todos los recursos que el globo terráqueo daba de sí, y sin lugar a dudas el hecho de situar la acción entre Francia, Moscú y Cuba le da un aire genial al film.

Dije al principio que me recordó a "Sólo se vive dos veces" puesto a que el tema de una base escondida debajo de un supuesto lago, todo el tema de la carrera espacial en plena Guerra Fría, y el poner la acción justamente al servicio de la intriga, hacen que la mente se nos vaya a aquella otra que es predecesora de esta.

Los secundarios están bien, y se agradece de que al menos Q siga siendo el de siempre, a modo de conectar de una forma u otra la saga, para que el salto generacional no sea del todo brusco y nos dé que pensar en que no se tienen detalles con el espectador.

La verdad es que cambiar el Aston Martin o el Lotus tan típicos de la saga por un BMW es una cosa que da que pensar, en que al menos los guionistas intentan que la serie goce de cierto espíritu moderno, y que no se quede atascado irremisiblemente en una época que puede no dar mucho juego.

Por otro lado decir que a partir de Brosnan comenzaría la llamada "clausula del esmoquin" y esto es que el protagonista a pesar de poder hacer otros films mientras le dure el contrato Bond, no puede salir en ninguna de ellas con esmoquin, reservándose este tan sólo a las películas de 007.

En fin, una genial película de acción y entretenimiento aderezada con un guión basado en las ideas de Ian Fleming, auténtica alma de toda la saga.