Otro exponente más de ese cine pausado, reflexivo y contemplativo tan en boga en los últimos tiempos. Diríamos que es un western crepuscular lleno de personajes hundidos y devastados por las experiencias vividas; y plagado de largos planos, silencios opresivos y diálogos parcos, salpicados por algunas escenas de acción. No es algo nuevo, y siempre existe la sensación de que se puede contar lo mismo en menos tiempo. Se agradece el rodaje en exteriores, aunque la fotografía no sea tan espectacular como en la serie "Godless", por buscar un referente cercano con el que compararse. Pese a todo, hay momentos conmovedores, facilitados por una banda sonora muy apropiada, y un aroma a derrota y desesperanza muy genuino. Atrévanse con ella.