Vaya, vaya, vaya sorpresa que ha resultado ser esta película. Un ejemplo de libro de bajas expectativas que se ven ampliamente superadas. Entiéndanme, no se trata de un peliculón, pero sí de una oferta de cine fantástico muy bien construida y, sobre todo, bien dosificada. Un padre que aparenta cierto desequilibrio mental mantiene oculta a su hija de siete años en su casa, alejándola del mundo exterior por miedo a un peligro del que, al principio, nada sabemos.

Técnicamente no sería un espoiler si les hablo de la naturaleza de los protagonistas, ya que esta se desvela, aunque poco a poco, como a mitad del metraje. Aún así prefiero contar lo mínimo. Es en esa mitad donde se nos presentan los enigmas y donde la tensión comienza a crecer, las dudas sobre lo que ocurre afloran y desarrollamos empatía por la dulce niña protagonista. Luego, a medida que tenemos una perspectiva más amplia, casi se produce un cambio de género cinematográfico, pero se hace de manera hábil y paulatina, sin que parezcan dos películas en una. El crescendo final está muy bien llevado.

Ha resultado toda una sorpresa. Al rato de empezar a verla uno empieza a sospechar de qué va el asunto, y le empiezan a llegar nombres de películas y recientes sagas que abordan el mismo tema. Pero denle una oportunidad a esta nueva de forma de ofrecer quizá lo mismo, pero mejor contado y desarrollado. Buen cine fantástico.