Creo que será una de las película que le sobrarán a Al Pacino, en definitiva; que se la podía haber ahorrado. Al menos artísticamente no le aportará nada a su ya dilatada carrera.

En cuanto al largometraje en sí, he de decir; que no tiene gran consistencia, y resulta demasiado artificial, incluyendo las actuaciones de todos sus intérpretes; todas ellas forzadas y poco creíbles. En cuanto a la trama; se hace un lio que no es capaz de hilar. Comienza intentando imitar a, “Seven”, y termina replicando todos los tópicos del género, mas al final sólo se asemeja a una mala parodia del mismo pero sin pretenderlo y sin gracia. Confunde tanto al espectador que no hay lugar para la intriga, y hasta consigue que éste se desinterese, incluso, en conocer la identidad del asesino.

Las escenas de acción son muy flojitas aunque tiene alguna persecución aceptable, pero esto era de esperar dentro de una producción con un buen presupuesto. Estoy tratando de destacar algo más, y no sé, quizá… quizá; que logró hacerme evocar un viejo juego de infancia, el juego del ahorcado, retrotrayéndome a aquellos días. Y fue este título el que me llevó a verla a pesar de las lacerantes críticas que sobre ella había leído; y que, ahora, ratifico.