Terror gore con clase y estilo, es lo que nos presenta Aja en esta cinta, una película que engancha por su simpleza y fácil argumento y que nos hace pasar un buen rato en TENSIÓN. Una perfecta muestra de que el terror es un género tan digno como otro cualquiera, puede ser serio y contiene grandes obras maestras a las que la hemoglobina no mancha.

No cabe duda de que si esta película fuera americana sería una cinta de culto obligatorio, pero casi prefiero que sea francesa, le da personalidad y la distingue de los productos yankis. Hay varios aspectos a destacar que redondean lo que sería una cinta de terror a primera vista: la cuidada fotografía, interpretaciones creíbles, magnética banda sonora, curioso guión y desde luego unas secuencias finales absolutamente terroríficas.

El hilo de la historia está movido por tres escasos personajes, y la película practicamente se centra en el tenso duelo entre dos de ellos. Conviene verla a ciegas, sin saber nada de ella, cosa no muy difícil pues la mayor parte del público no conoce esta cinta.

Si te va el terror de cualquier tipo y quieres que te revuelvan un poco el estómago no dudes en verla, con películas de este nivel uno se enamora del cine francés y desde luego a Alexandre Aja no hay que perderle la pista.

Lo mejor: la recta final, brutal.
Lo peor: no verla de noche, con la luz apagada y el volumen a tope