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7
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7.782
Drama
Álex (Inés Efron) es una singular adolescente de quince años que esconde un secreto. Poco después de su nacimiento, sus padres, Kraken (Ricardo Darín) y Suli (Valeria Bertuccelli), decidieron dejar Buenos Aires para vivir, aislados del mundo, en una cabaña de madera a orillas del mar. Lo que pretendían era que su hija creciera libre de cualquier tipo de prejuicios, protegida y feliz, hasta que llegara el momento de decidir qué camino debía seguir. (FILMAFFINITY) [+]
20 de setiembre de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Brillante ejercicio de reflexión al más puro estilo argentino. XXY nos hace sentir como los visitantes de un circo que esperan ver a la mujer barbuda. Una vorágine de ideas en menos de 90 minutos de película, los que al finalizar te dejan con un nombre en la cabeza: Inés Efron
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Álex no solo es ambigua psicológicamente, también lo es físicamente. No es fácil dar con tu identidad sexual a los 15 años. Pero aún es más complicado si eres hermafrodita. No se trata de elegir ser hombre o mujer. Se trata de reestructurar tu vida. Álex no es ni chico ni chica. Álex corresponde al tercer sexo, XXY, y hace muy bien en reivindicarlo. Es un monstruo que lo único que hace es luchar con el dualismo de género (hombre-mujer) y el de orientación sexual (heterosexual-homosexual). Bien lo dice en la película, es las dos ‘cosas’ y no sabe muy bien si le gustan los chicos o las chicas. Lo tiene muy claro, lo que no lo tienen muy claro son los demás, la sociedad.
Una sociedad obsesionada en definirlo todo, en etiquetar los sentimientos, las pasiones y la identidad. En acotar el campo de la realidad con un absurdo lenguaje que a veces no funciona. Álex es libre de elegir, y elige no elegir, por eso es libre. No actuar es el síntoma más claro de la libertad. Y no eligiendo y reafirmándose como tercer sexo hace más que eligiendo ser ‘macho`o `hembra’.
Álvaro por su parte también es víctima de la sociedad y su ínfimo lenguaje y ángulo de la realidad. Podría haberse engañado su vida entera, haberse casado con una mujer y haber tenido hijos. Quizás habría renunciado siempre a mantener relaciones con hombres. Tuvo que aparecer un ‘tercer sexo’ para abrirle los ojos y que supiera que es homosexual. Pudo experimentar porque se trataba de una ‘mujer’ físicamente, rara pero una mujer. Ambos aprendieron el uno del otro. Álex aprendió que podía enamorarse y ser correspondida y Álvaro descubrió su homosexualidad latente.
No menos interesante es el concepto de paternidad que se muestra en la cinta. El hijo anormal es querido a pesar de su rareza, y el hijo “normal” es invisible a los ojos de su padre que ni confía en él ni sabe que existe.
Al fin y al cabo una película que habla de identidad y de respeto, de familia y de sentimientos, de secretos y verdades. De cuerpo y corazón.
Una sociedad obsesionada en definirlo todo, en etiquetar los sentimientos, las pasiones y la identidad. En acotar el campo de la realidad con un absurdo lenguaje que a veces no funciona. Álex es libre de elegir, y elige no elegir, por eso es libre. No actuar es el síntoma más claro de la libertad. Y no eligiendo y reafirmándose como tercer sexo hace más que eligiendo ser ‘macho`o `hembra’.
Álvaro por su parte también es víctima de la sociedad y su ínfimo lenguaje y ángulo de la realidad. Podría haberse engañado su vida entera, haberse casado con una mujer y haber tenido hijos. Quizás habría renunciado siempre a mantener relaciones con hombres. Tuvo que aparecer un ‘tercer sexo’ para abrirle los ojos y que supiera que es homosexual. Pudo experimentar porque se trataba de una ‘mujer’ físicamente, rara pero una mujer. Ambos aprendieron el uno del otro. Álex aprendió que podía enamorarse y ser correspondida y Álvaro descubrió su homosexualidad latente.
No menos interesante es el concepto de paternidad que se muestra en la cinta. El hijo anormal es querido a pesar de su rareza, y el hijo “normal” es invisible a los ojos de su padre que ni confía en él ni sabe que existe.
Al fin y al cabo una película que habla de identidad y de respeto, de familia y de sentimientos, de secretos y verdades. De cuerpo y corazón.