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España España · Valencia
Voto de dragoner:
4
Comedia Las únicas materias a las que Billy, heredero del Madison Hotel, ha dedicado su tiempo últimamente han sido las chicas y el alcohol. Para él, la vida ha sido una fiesta continua durante los diez años transcurridos desde que acabó el colegio. Se ha dedicado a beber interminables daiquiris, ponerse moreno en la piscina, gastar bromas pesadas y perseguir faldas. Pero cuando Brian Madison informa a su irresponsable hijo de que piensa poner ... [+]
3 de junio de 2009
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Billy Madison es un joven mal criado, acostumbrado a las fiestas, pasarse con la cerveza y vivir sin preocupaciones. Todo esto es gracias a su padre, que tiene el control de una importante empresa, de manera que a su vástago no le falta de nada. Incluso sus estudios fueron casi una farsa, y eso que no pasó del instituto. Pero ya es hora para su padre de retirarse, y como es lógico no piensa precisamente en su único hijo como su sucesor, sino en otra persona. Esto sirve como revulsivo a Billy Madison para tomarse la vida más en serio.
Segunda película de Adam Sandler, en la que empezaría a labrarse esa fama de actor mediocre que solo sabe interpretar pánfilos personajes. Aunque no sea ninguna maravilla, la fama es inmerecida, ya que película tras película consigue alcanzar el éxito. Con realmente pocos pinchazos, convirtiéndolo en un actor estable en cuanto a éxitos de taquilla. Después de esta vendría su gran éxito que lo convertiría en una estrella.
El guión es tan previsible que aburre. A ratos consigue que te rías, porque el humor lo es todo en la película, pero la mayor parte del tiempo sentirás vergüenza ajena de lo que este adulto, tratando de comportarse como un crío hace. Son tan irreales sus actos, que no puedes evitar preguntarte a que viene su comportamiento y eso es justamente lo que no hay que hacer. No hay que fijarse en que ves a un adulto, persiguiendo a un pingüino imaginario. Solo hay que reírse de eso y de todas las ridículas payasadas que hace.
La película empieza con una interesante premisa, sobre la superación de nuestros límites, pero su ejecución es bastante pobre. Está claro que con el material que tiene el director tampoco iba a sacar nada espectacular, pero es demasiado convencional. La dirección no añade personalidad a lo que vemos, su trabajo se limita a proveer correctos planos, pero todos iguales y por tanto aburridos.
Adam Sandler hace un papel entro lo infantil y lo demente. Si eres aficionado suyo lo encontrarás adorable, pero si no lo eres mejor evita la película. Es difícil de orientar a quien va dirigida, porque los chistes que incluye no están orientados a niños, pero el humor tan bajo que muestra no parece tener como objetivo a los adultos. Supongo que hay que ser adultos con alma de crío para disfrutarla. Además tiene comportamientos ilógicos, porque aunque sea un inmaduro constantemente haciendo el ridículo, parece preferir estar con sus compañeros de clase que son unos críos que con sus amigos de siempre.
Sin pedir demasiado puede entretener, aunque le falta mucho trabajo y esfuerzo a los guionistas para hilar una historia correcta.
dragoner
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