Esta serie como su propio nombre indica nos muestra trece razones por las cuales una joven llamada Hanna se ha suicidado, cada una en una cinta que recibe un chico llamado Clay el cual sentía algo romántico por ella.
A medida que avanza la historia vemos lo mucho que Hanna estaba sufriendo desde problemas tan típicos en adolescentes como dejarla de lado hasta problemas mucho más serios como abusos sexuales que tanto ella como otras chicas del instituto estaban sufriendo. Hanna realiza este acto, es decir decide acabar con su vida y grabar estas cintas como símbolo de protesta para que algo cambie y se preste más atención a la salud mental y a los problemas de los adolescentes y aunque el propósito que ella tenía era revindicativo solo sirve para culpabilizar a otros jóvenes arruinando así sus vidas. A medida que avanza la historia vemos problemas muy serios que sufren muchos adolescentes y como los malos no son tan malos y los buenos no son tan buenos, es decir depende de a quien le preguntes.
Es una serie muy dura que abre los ojos a cualquiera que la vea sin embargo hay episodios en los que se da a entender que la única solución al sufrimiento es el suicidio y es lo único que cambiaría.