Increible película que me atrevería a señalar como la película más infravalorada de la historia moderna.

Promete risas. Las da.
Promete diversión. Lo da.
Promete momentos hilarantes y entretenidos. Los da.

Es como si entramos en una tienda pidiendo boquerones en vinagre a nuestro tendero de la esquina y nos cabreamos cuando no se presenta el primer ministro británico Gordon Brown a entregarnos con bandeja de plata caviar. Caballero, usted ha pedido boquerones en vinagre. Además, agradezca el no ver a Gordon Brown (caso claro de primate político).

Además de esos momentos de risas increible podríamos destacar la estelar actuación de Jeff Daniels Y Jim Carrey (graciosísimo este último) y en especial, los momentos "Road Movie" de dicha película. Además, tiene una banda sonora muy buena que recomendaría llevar en nuestros Ipods o Mp3 para alegrarnos el día (especialmente, esa canción que dice algo así como: "You Make Me Happy, Happy, Happy".

Pues bien, no os entretengo más sin recomendaros que veais esta gran obra cuyo ingrediente principal nos encontramos distribuidos a lo largo de este plato exquisito: el humor.

Por cierto, la razón por la que dejé un tiempo de hablarme con mi familia por esta película fue por mi manía a repetir una y otra vez cada uno de los diálogos de esta película en las cenas familiares. Ahora, pasado un tiempo, reconozco que fui un martirio para mis familiares más cercanos.