Esta tercera entrega de la saga de Raimi, es bastante regular si con las anteriores la comparamos.
Si bien la segunda parte metía un drama humano mas potente que en la primera, en esta tercera se abusa de dicha premisa, quedando Spiderman en un injusto tercer lugar, centrándose demasiado ya no solo en la historia de amor que florecía en la segunda, si no que se entretiene demasiado en el ego de Peter Parker y la absurda lucha de Harry.
Carente de emoción, la cual está con cuentagotas, la película no llega a aburrir pero si que te llegas a preguntar ¿y las batallas de Spiderman contra los villanos?, ¿en esto queda todo?, bastante floja y monótona. Mas de lo mismo pero peor contado y mas rutinario. En mi opinión Raimi intenta reemplazar la acción de la lucha con absurdos trucos como una potente banda sonora en según que momentos y con un movimiento demasiado acelerado de las cámaras.
Me fastidia por el hecho de que Spidey siempre fue desde que era pequeñín mi héroe favorito.
6/10