En serio, siento lástima por este idiota indómito, pero lo cierto es que no pienso ser menos cruel con su filosofía de vida de lo que fueron los osos amorosos con él mismo.
En los tópics podemos encontrar esta...producción, como documental, pero de documental no tiene nada, sé que no iba a encontrarme con un extenso material sobre los osos grizzly, pero de ahí a tener que ver a un tarugo con dos tipos de pañuelo en la cabeza (uno para dormir y otro para pasar desapercibido entre los cazadores furtivos, jejeje, pasar desapercibido ya... si le podrían haber cagado dentro la tienda) pues como que no me lo esperaba.
Pienso, y creo no estar muy desencaminado, que a quien le gustó este ¿documental?, debe de ser alguien que comparte de alguna manera la forma de ver el mundo y la naturaleza como lo hacía este tipo. Más o menos pro-ecologistas liberales que olvidan además de rasurarse las axilas y las piernas, en el caso de las mujeres, cual es el estado primario y fundamental del ser humano, osea, el de animales "evolucionados" que conviven en una sociedad "civilizada". Vamos, que somos animales, que además de ver la tele, somos capaces de decir de vez en cuando: "te quiero" o "perdóname".
De ahí que no sea capaz de comprender ese odio exacerbado hacia tu propia especie, como este personaje de hecho manifestaba.

Pero vamos a ver, ¿como no vas a odiar al mundo si estuviste a un tris de ser el barman de Cheers?
Eso le debe de hundir a cualquiera, y este pobre ignorante (que de osos grizzly ni zorra idea) debió de sumirse en un shock catatónico que le produjo un odio continuo hacia el resto de los mortales, y esto lo dice su padre, no yo.

El director, un tal Herzog, le tiene que excusar paternalmente en alguno de sus muchos estallidos de cólera que sufría cual quinceañera que se queda en casa castigada sin poder ir al concierto de Bisbal.

Timothy era un niño enfadado, malhumorado con papá y mamá, su adolescencia, sus problemas con las drogas, sus fracasos académicos y lo más descojonante, con haberse quedado 2º en el casting para Cheers, detrás de Woody.
Pues bueno, ¿y a mí qué, cojones? (ahora es cuando yo me enfado), me importa una real mierda su vida, sus problemas, sus fracasos, sus miedos más internos y secretos o su retorcida y equivocada visión de los osos, que no son más que depredadores asesinos de hasta sus propias crías en caso de tener hambre y no poder jalar salmón.
¿Os queda claro? Esto no es un documental, porque ni va de animales, ni habla de ninguna celebridad, ni profundiza en la psicología de nadie, (Timothy Treadwell era tonto a secas.)

Pd: Y yo que pensaba que con este "documental" íba a llorar... shit!