Media votos
6,1
Votos
2.355
Críticas
10
Listas
7
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Licnobio:
10
![](https://filmaffinity.com/images/myratings/10.png)
7,6
71.840
Aventuras. Drama
A principios de los años noventa, el joven e idealista Christopher McCandless (Emile Hirsch), adopta el nombre de Alexander Supertramp, deja sus posesiones y sus ahorros a la beneficencia y abandona el mundo civilizado con rumbo a la salvaje Alaska para entrar en contacto con la Naturaleza y descubrir el verdadero sentido de la vida. Adaptación del best-seller de Jon Krakauer, basado en las notas del diario de McCandless. (FILMAFFINITY)
12 de julio de 2023
0 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El otro día discutía con mi tío sobre el sistema actual, la sociedad del consumo, el capitalismo, el neoliberalismo y blablabla… Ideas normalmente lejanas en nuestro día a día, lejanas, pero que son conceptos que nos rodean y los tenemos en realidad hasta en la sopa. Pero de formal literal para casi todos nosotros: los ingredientes de la sopa, el cuenco, la mesa, la cuchara, y un largo etcétera.
Me decía que la única forma de no estar en el sistema sería saliéndote de él y siendo autosuficiente en el campo, lo cual ya es casi una Utopía (o más bien una Arcadia, o Alaska en este caso), y que como poco, habría que recurrir al trueque en algún momento, porque en una alta probabilidad acabarías necesitando algo que tú solo no podrías conseguir.
Lo interesante para mí y el porqué estoy contando esto, es que en esta ‘discusión’, sobre este punto estábamos los dos completamente de acuerdo, que en la actualidad apartarse uno solo de la sociedad, sin nadie más, es una tarea, si no imposible, más compleja de lo que ni las palabras puedan dejar intuir. Así, la discrepancia venía en que para él cualquier persona que lo hiciera, o tan siquiera intentara, era un completo descerebrado, y para mí en cambio, me parecía lo opuesto, un valiente, sólo ya por planteárselo con una cierta seriedad, y ni hablemos si llegase a hacerlo. Y para mí este debate era justo lo mismo, y que se puede encontrar en las críticas y puntaciones de este largometraje, una dualidad bastante marcada con opiniones contrapuestas.
Mi tío hablaba usando su vida y a sí mismo como unidad de medida, lo cual puede ser lícito, pero hace que cualquier otra persona o decisión, nunca sea correcta para él, porque no la ha tomado él, entonces es imposible que cualquier decisión o acción esté bien en sus estándares. Por mi parte intentaba hacerle ver que cada uno tenemos una vida, una única y maravilla vida, pero sólo una. Y si alguien considera que es más feliz en un campo, con su huerto, viendo sin problema el horizonte sólo con levantar la vista y pudiendo desayunar sin un techo sobre su cabeza y sin prisas, todos los días de su vida, pues también podría considerarse una historía de éxito. No se necesita tener una vida urbanita, laboralmente de ‘éxito’ trabajando para una empresa (que sí es completamente ajena a uno), o una casa enorme y llena de necesidades ‘inventadas’, para alcanzar una vida mejor, buena, satisfactoria, alegre… (rellenar con el adjetivo que cada no sienta más cercano), pero que no tiene por qué acabar llevando a la felicidad. Incluso todo lo contrario.
Al final, lo que acabó ocurriendo en la conversación con mi tío, fue que como en tantas otras circunstancias de la vida, no tenía ni ganas de seguir debatiendo, pero no era capaz de salir de allí por la discrepancia de ideas, que acabó siendo una contraposición de planteamientos de vida. Pagué yo la ronda y me fui a casa. Y convencido estoy, que mi tío se fue pensando que él tenía aún más razón que antes; mientras yo me fui a casa a poner a Eddie Vedder de fondo y soñar con una vida ‘más valiente’. Pero decir, que entre mi tío y yo tenemos muy buena relación, pero ideas de la vida bastante diferentes,
Entonces, y el motivo de haber contado esto aquí y por qué creo que tiene más que ver de lo que pueda parecer en un principio, es que esta película estoy convencido de que a mi tío no le gustaría nada. Que pensaría que nuestro protagonista es ese descerebrado que acaba casi encontrando justicia a sus acciones. A mí por el contrario, es una historia que me tocó por dentro, que me hizo soñar con que otra forma de vivir es posible y que no siempre tenemos que dejarnos llevar por la corriente de la sociedad ‘establecida’, o por el día a día. Creo que lo más importante es entender que esta película ejerce, además de como entretenimiento, arte, cultura o banda sonora, como un ‘espejo’ que se nos pone delante de nosotros mismos y nos hace ver reflejados de alguna forma. Y ahí es donde se puede llegar a odiar este trabajo (o más bien a su protagonista) como he visto en algunas críticas; o puede llegar a ser parte de uno mismo, viéndonos reflejados en la historia, y al interiorizarla de alguna manera, nos hace sentir un poco más libres en la sociedad actual.
Después de contar esta anécdota, pero para mí, claro reflejo (nunca mejor dicho) de la película, motivado por esta, me dispuse a leer el libro en el que está basada. Me esperaba encontrar una novela y en realidad era más bien una especie de reportaje periodístico largo, muy largo. Y aquí es donde aún me gustó más el trabajo de Sean Penn, pues había conseguido demostrar que la frase de ‘el libro es mejor’, es cierta en la inmensa mayoría de ocasiones, pero eso en casi todas. Puede que esto se debiese, a que le costó 10 años conseguir los derechos para contarnos la historia, por lo que tuvo tiempo para ir estructurándola en su cabeza.
(sigue sin spoiler)
Me decía que la única forma de no estar en el sistema sería saliéndote de él y siendo autosuficiente en el campo, lo cual ya es casi una Utopía (o más bien una Arcadia, o Alaska en este caso), y que como poco, habría que recurrir al trueque en algún momento, porque en una alta probabilidad acabarías necesitando algo que tú solo no podrías conseguir.
Lo interesante para mí y el porqué estoy contando esto, es que en esta ‘discusión’, sobre este punto estábamos los dos completamente de acuerdo, que en la actualidad apartarse uno solo de la sociedad, sin nadie más, es una tarea, si no imposible, más compleja de lo que ni las palabras puedan dejar intuir. Así, la discrepancia venía en que para él cualquier persona que lo hiciera, o tan siquiera intentara, era un completo descerebrado, y para mí en cambio, me parecía lo opuesto, un valiente, sólo ya por planteárselo con una cierta seriedad, y ni hablemos si llegase a hacerlo. Y para mí este debate era justo lo mismo, y que se puede encontrar en las críticas y puntaciones de este largometraje, una dualidad bastante marcada con opiniones contrapuestas.
Mi tío hablaba usando su vida y a sí mismo como unidad de medida, lo cual puede ser lícito, pero hace que cualquier otra persona o decisión, nunca sea correcta para él, porque no la ha tomado él, entonces es imposible que cualquier decisión o acción esté bien en sus estándares. Por mi parte intentaba hacerle ver que cada uno tenemos una vida, una única y maravilla vida, pero sólo una. Y si alguien considera que es más feliz en un campo, con su huerto, viendo sin problema el horizonte sólo con levantar la vista y pudiendo desayunar sin un techo sobre su cabeza y sin prisas, todos los días de su vida, pues también podría considerarse una historía de éxito. No se necesita tener una vida urbanita, laboralmente de ‘éxito’ trabajando para una empresa (que sí es completamente ajena a uno), o una casa enorme y llena de necesidades ‘inventadas’, para alcanzar una vida mejor, buena, satisfactoria, alegre… (rellenar con el adjetivo que cada no sienta más cercano), pero que no tiene por qué acabar llevando a la felicidad. Incluso todo lo contrario.
Al final, lo que acabó ocurriendo en la conversación con mi tío, fue que como en tantas otras circunstancias de la vida, no tenía ni ganas de seguir debatiendo, pero no era capaz de salir de allí por la discrepancia de ideas, que acabó siendo una contraposición de planteamientos de vida. Pagué yo la ronda y me fui a casa. Y convencido estoy, que mi tío se fue pensando que él tenía aún más razón que antes; mientras yo me fui a casa a poner a Eddie Vedder de fondo y soñar con una vida ‘más valiente’. Pero decir, que entre mi tío y yo tenemos muy buena relación, pero ideas de la vida bastante diferentes,
Entonces, y el motivo de haber contado esto aquí y por qué creo que tiene más que ver de lo que pueda parecer en un principio, es que esta película estoy convencido de que a mi tío no le gustaría nada. Que pensaría que nuestro protagonista es ese descerebrado que acaba casi encontrando justicia a sus acciones. A mí por el contrario, es una historia que me tocó por dentro, que me hizo soñar con que otra forma de vivir es posible y que no siempre tenemos que dejarnos llevar por la corriente de la sociedad ‘establecida’, o por el día a día. Creo que lo más importante es entender que esta película ejerce, además de como entretenimiento, arte, cultura o banda sonora, como un ‘espejo’ que se nos pone delante de nosotros mismos y nos hace ver reflejados de alguna forma. Y ahí es donde se puede llegar a odiar este trabajo (o más bien a su protagonista) como he visto en algunas críticas; o puede llegar a ser parte de uno mismo, viéndonos reflejados en la historia, y al interiorizarla de alguna manera, nos hace sentir un poco más libres en la sociedad actual.
Después de contar esta anécdota, pero para mí, claro reflejo (nunca mejor dicho) de la película, motivado por esta, me dispuse a leer el libro en el que está basada. Me esperaba encontrar una novela y en realidad era más bien una especie de reportaje periodístico largo, muy largo. Y aquí es donde aún me gustó más el trabajo de Sean Penn, pues había conseguido demostrar que la frase de ‘el libro es mejor’, es cierta en la inmensa mayoría de ocasiones, pero eso en casi todas. Puede que esto se debiese, a que le costó 10 años conseguir los derechos para contarnos la historia, por lo que tuvo tiempo para ir estructurándola en su cabeza.
(sigue sin spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Sobre el largometraje en sí, vemos cómo el protagonista va evolucionando a lo largo de la historia, y va coincidiendo y cruzándose con otros ‘outlayers’ de la sociedad, con los que decide compartir un poco de su aventura. Nos enseña vidas de gente que no quieren encajar tampoco en el sistema (o el sistema no encaja en ellos). Y aquí habría incluso que incluir a Wayne, que es el que parece estar más integrado, pero al final llega la policía y se lo lleva, sin que sepamos el motivo exacto, pero demostrando que también es otro ‘inadaptado’ al sistema y que tampoco aceptaba las normas de una manera ‘al uso’.
De esta forma, en la aventura vamos viendo cómo la personalidad del Chris va cambiado y el personaje va evolucionando, empezando por un Alexander Supertramp que reniega de todo, para acabar siendo alguien que reconoce que el ser humano es un animal social. Por lo que podríamos llegar a decir que se trata de un Don Quijote del S.XX, acercado a la locura, en vez de por novelas de caballería, por libros de filosofía.
Pero cabe destacar, que en esta evolución del personaje, también vamos viendo cómo las escenas van cambiando, llegando a veces a parecer que el verdadero protagonista es la Naturaleza, y Chris acaba siendo un actor secundario. Pues al final, a la Naturaleza le dará igual quién seas, qué hagas, de dónde vengas o cuánto sepas, ella ya estaba allí, y seguirá ahí, y tú simplemente habrás pasado un instante por allí.
Por todo esto, alguna vez me he llegado a preguntar por la linealidad temporal de la película, que a veces puede parecer un poco caótica, ¿hasta qué punto son ‘flashbacks’ de memorias y partes de su vida pasada, o podemos considerar que son ‘flashforwards’ de esa aventura que le espera ‘hacia rutas salvajes’? Personalmente, llega a parecer una suerte de cuadro cubista, en el que el conjunto acaba contando todo, pero que por partes podría parecer un ‘sin sentido’. Llegando incluso en la escena de la manzana, a romper ‘la cuarta pared’ haciéndonos aún más partícipes de la historia, siendo parte del reflejo, e introduciendo al espectador del todo.
Como anécdota, comentar que el autobús es real y existe, y se llegó a convertir en punto de peregrinación de gente que en este ‘espejo’ se vio identificada. El problema es que de todos estos ‘aventureros’, han llegado a morir dos personas y más de una decena han tenido que ser rescatados. Al final, este autobús se encontraba ‘en lo salvaje’ (aunque al final cambiaron su ubicación). Y aunque Chris se preparó para ser autosuficiente, llegando a quemar su dinero (del cual después no puede huir sin más), en aquel ‘autobús mágico’ estuvo 114 días, pero finalmente fue la Naturaleza quien no se dejó adaptar o no estaba adaptada para él. Esos libros que leía y convirtieron en este Don Quijote, se dedicaban más a describir la naturaleza que a vivirla, y es en esa trampa en la que cayó nuestro protagonista
Para mí, esta película, esta aventura, además de transportarme a sitios en los que me gustaría estar, historias y anécdotas que me gustaría poder contar como propias, lo que consigue en mí (y creo que en la mayoría de espectadores), es poner este ‘espejo’ ante nosotros como digo, ante la sociedad, frente a nuestro día a día, y de ahí que pueda llegar a incomodar (como a Dorian Grey) o a no entender al protagonista, pues requiere un ejercicio de empatía en nosotros al ir descubriendo eso nuevos horizontes. De ahí que a mi tío pudiera no gustarle. Pero que consigue que todos pensemos por un par de horas, que otra vida es posible, que otra sociedad es posible.
¿Y la moraleja? Para mí sería que sólo tenemos una única vida y que hay que aprovecharla siguiéndonos a nosotros mismos intentando apartar el ruido que desde el exterior, desde la sociedad, no para de ‘golpearnos’. Pero que no se nos olvide que, como bien nos dice Chris en su propia conclusión, «la felicidad sólo es real cuando se comparte».
De esta forma, en la aventura vamos viendo cómo la personalidad del Chris va cambiado y el personaje va evolucionando, empezando por un Alexander Supertramp que reniega de todo, para acabar siendo alguien que reconoce que el ser humano es un animal social. Por lo que podríamos llegar a decir que se trata de un Don Quijote del S.XX, acercado a la locura, en vez de por novelas de caballería, por libros de filosofía.
Pero cabe destacar, que en esta evolución del personaje, también vamos viendo cómo las escenas van cambiando, llegando a veces a parecer que el verdadero protagonista es la Naturaleza, y Chris acaba siendo un actor secundario. Pues al final, a la Naturaleza le dará igual quién seas, qué hagas, de dónde vengas o cuánto sepas, ella ya estaba allí, y seguirá ahí, y tú simplemente habrás pasado un instante por allí.
Por todo esto, alguna vez me he llegado a preguntar por la linealidad temporal de la película, que a veces puede parecer un poco caótica, ¿hasta qué punto son ‘flashbacks’ de memorias y partes de su vida pasada, o podemos considerar que son ‘flashforwards’ de esa aventura que le espera ‘hacia rutas salvajes’? Personalmente, llega a parecer una suerte de cuadro cubista, en el que el conjunto acaba contando todo, pero que por partes podría parecer un ‘sin sentido’. Llegando incluso en la escena de la manzana, a romper ‘la cuarta pared’ haciéndonos aún más partícipes de la historia, siendo parte del reflejo, e introduciendo al espectador del todo.
Como anécdota, comentar que el autobús es real y existe, y se llegó a convertir en punto de peregrinación de gente que en este ‘espejo’ se vio identificada. El problema es que de todos estos ‘aventureros’, han llegado a morir dos personas y más de una decena han tenido que ser rescatados. Al final, este autobús se encontraba ‘en lo salvaje’ (aunque al final cambiaron su ubicación). Y aunque Chris se preparó para ser autosuficiente, llegando a quemar su dinero (del cual después no puede huir sin más), en aquel ‘autobús mágico’ estuvo 114 días, pero finalmente fue la Naturaleza quien no se dejó adaptar o no estaba adaptada para él. Esos libros que leía y convirtieron en este Don Quijote, se dedicaban más a describir la naturaleza que a vivirla, y es en esa trampa en la que cayó nuestro protagonista
Para mí, esta película, esta aventura, además de transportarme a sitios en los que me gustaría estar, historias y anécdotas que me gustaría poder contar como propias, lo que consigue en mí (y creo que en la mayoría de espectadores), es poner este ‘espejo’ ante nosotros como digo, ante la sociedad, frente a nuestro día a día, y de ahí que pueda llegar a incomodar (como a Dorian Grey) o a no entender al protagonista, pues requiere un ejercicio de empatía en nosotros al ir descubriendo eso nuevos horizontes. De ahí que a mi tío pudiera no gustarle. Pero que consigue que todos pensemos por un par de horas, que otra vida es posible, que otra sociedad es posible.
¿Y la moraleja? Para mí sería que sólo tenemos una única vida y que hay que aprovecharla siguiéndonos a nosotros mismos intentando apartar el ruido que desde el exterior, desde la sociedad, no para de ‘golpearnos’. Pero que no se nos olvide que, como bien nos dice Chris en su propia conclusión, «la felicidad sólo es real cuando se comparte».