La aportación principal de la novela de Laurent Binet era reflejar el gran componente de caos y azar que hubo en la preparación y ejecución de la operación Antropoide, así como en la represión de los nazis y en las consecuencias a corto y medio plazo de una y otra, lo que nos llevaba a hacernos idea del gran componente de casualidades y efectos no deseados que hay en las grandes acciones históricas e intuir la inmensa cantidad de errores, correcciones de errores y nuevos errores que hay no sólo en los hechos que acaban haciéndose historia sino en las crónicas y teorías de los historiadores que se aproximan a ellos. Esto está por completo ausente de esta película, igual que lo está la escenificación de la investigación de los hechos del propio autor del libro, otra pieza importante de la novela de Binet y recurso muy utilizado en la novelística francesa de hoy en día (Carrere, Echenoz, etcétera). Queda la ilustración de la acción militar y el rápido recorrido previo por algunos aspectos de la biografía del capo de la Gestapo Reinhard Heydrich. Y lo cierto es que los hechos históricos fueron tan fascinantes, trepidantes y peliculeros que es difícil basarse en ellos y no hacer como mínimo una película entretenida, sin grandes méritos ni grandes defectos, que es lo que viene a ser este producto.