Considero que el éxito que haya podido obtener el proyecto de Cronenberg, se lo debe en gran parte a la magistral interpretación de Viggo Mortenesen. Resultaba evidente que en el pasado del protagonista había algo oscuro, pero nadie queríamos que le abofetease ¿Por qué no podemos tener derecho a transformar nuestra historia pasada, construyendo otra paralela?
Nos enfrentamos a una película donde sus varios planteamientos se traducen a su vez en una lectura diversificada. Las emociones se adueñan contenidas, mostrándose como en una explosión magníficamente estructurada.
La escena en la que padre e hijo se enfrentan con la mirada y sin palabras cuando el último utiliza el arma, creo que constituye una lección cinematográfica que debería estudiarse en cualquier taller de arte dramático.