The Prize, el premio, película de Mark Robson de 1963.

No debe extrañarnos el excelente trabajo que hace Robson en esta simpática y entrañable película de espías y aventuras arriesgadas. En su extensa filmografía hay títulos muy notables y, sobre todo, hay un estilo cuidado y elegante en la narración: El ídolo de barro, Infierno bajo cero, Retorno al paraíso, Más dura será la caída, etc.

El premio es una película curiosa porque podríamos confundirla fácilmente con las que hizo Alfred Hitchcock en esa época. De hecho, tiene mucho que ver con varios trabajos del genio inglés. Podríamos decir que es una mezcla de El hombre que sabía demasiado (la de Doris Day), Vértigo, Cortina rasgada y Con la muerte en los talones. Sin olvidar detalles de otras.

Paul Newman tiene el papel estelar y es, cómo no, un personaje muy hitchcockiano, actúa solo, los malvados de turno se las ingenian para acusarle de maldades que no ha cometido, es irónico, seductor, algo cínico (Cary Grant en Con la muerte en los talones), sufre constante incomprensión, es tildado de conspiranoico, desarrolla sus pesquisas en un mundo ajeno (Suecia)...

La narración en planos, composición, gags, recuerda constantemente a Hitchcock. Pero esto no debe interpretarse negativamente, no se trata de una imitación barata sino de una influencia positiva bien puesta en práctica. Si vemos algo magistral y nos influye en hacer algo muy bueno ¡Bienvenido sea!

Tampoco faltan los típicos mcguffins, referencias a la Guerra Fría, los premios Nobel, etc, cuando lo interesante, como no podía ser de otro modo, es el sentimiento de aislamiento que sufre el héroe principal ante la adversidad y su talento para resolver los problemas. Es la emoción, el suspense lo que sustenta la trama.

Aparte de Newman (muy en su papel de Cortina Rasgada) vemos a la "gélida" Elke Sommer y a un Edward G. Robinson que tiene un papel menor, teniendo en cuenta su talla actoral pero plenamente convincente.

En resumen, estupenda película, muy entretenida y totalmente recomendable.