La amenaza fantasma o si lo prefieren, Episodio I es una película estadounidense de George Lucas de 1999.

Es una cinta que genera pasiones y rechazos encontrados por igual y todos muy viscerales. Incluso a quien le genera indiferencia lo hace visceralmente, si se me permite la licencia.

¿Por qué ocurre algo tan raro, tan paradójico? Las razones hay que buscarlas en los precedentes de esta película. La amenaza fantasma es la primera película de una precuela de la historia que se narró en la trilogía de Star Wars comenzada en 1977 y continuada con otras dos películas de 1980 y 1983. Son las aventuras "galácticas" de una serie de personajes que conforman una historia épica de acción y muchas aventuras con estilo propio. Aunque se suele etiquetar como cine de ciencia ficción, más bien habría de catalogar toda la saga como cine fantástico.

El problema surge cuando la saga original, que comenzó precisamente George Lucas y luego continuaron Irvin Kershner y Richard Marquand, tiene un éxito arrollador y se convierte rápidamente en todo un fenómeno sociológico y cultural a nivel mundial. La saga de Star Wars nació con brío y encandiló hasta nuestros días generación tras generación en todo el mundo.
Pronto se hizo patente que el hambre descomunal de nuevas aventuras que irradiaba el público sería una pesada losa para Lucas y cía pero, inesperadamente, resistieron la tentación y no hicieron ninguna película más hasta justamente 1999 en que se estrena La amenaza fantasma.

Y se hace tarde y mal. Demasiado años de espera, de peticiones infructuosas de fans (y no solo), dejando que "se marchiten" los actores originales de la saga, Harrison Ford, Mark Hamill, Alec Guinness, Carrie Fisher, etc, etc. desaprovechando la oportunidad de haber continuado la saga, desarrollándola linealmente o haciendo una precuela "cercana" en tiempo de narración.

Ni una cosa ni otra. Se decidió esperar muchísimo tiempo con el pretexto de contar con tecnología cinematográfica adecuada para poder filmar historias de fantasía visualmente creíbles y lo suficientemente espectaculares. Por eso la precuela dejó fríos a todos. Demasiado anterior en el tiempo de la narración, sin conexión argumental con los hechos de la trilogía original, sin los actores idolatrados por los fans, sin raíces aparentes. Se dio lo que no se había pedido y no se dio lo que tantos años se suplicó. Y se perdió la gran ocasión de continuar lo que mucha gente consideró un filón a medio descubrir narrativamente.

¿Existe consuelo para esta "decepción"? Si. Se puede disfrutar de La amenaza fantasma si se hace un visionado condicionado y selectivo.
Se trata del Episodio I de una larga saga. Así debe verse, como tal. Como si fuera una película nueva, que comienza algo que ya evaluaremos. Por supuesto esto es muy fácil de decir. Habría que hacer un esfuerzo intelectual, un olvido deliberado de la carga cultural que supone el "universo Star Wars", incluso de la carga emocional, aún más difícil si cabe de ocultar en nuestra memoria mientras veamos La amenaza fantasma.

Si conseguimos esta "misión", veremos que La amenaza fantasma no es tan mala película (recordemos que resulta odiosa porque no podemos evitar compararla y engarzarla en la saga que ya conocemos). De hecho, lleva un trabajo minucioso de detalle, de creatividad desbordante, de realización de planos cinematográficamente muy laboriosos, de efectos visuales muy complejos, de vistosidad y colorido impactantes. Es una película muy currada, muy elaborada, incluso el guion aunque no lo parezca.

Mención especial para varios momentos de la cinta que son verdaderamente interesantes: la pelea de espadas (láser) entre el malvado Darth Maul (el guerrero enviado de los villanos de turno, un "diablito" rojo con sus cuernecitos y todo) y los dos Jedi, Qui-Gon y Obi-Wan es un prodigio, una de las mejores peleas de la historia del Cine. La música de John Williams y esos "parones" que provocan en la lucha una especie de puertas de energía crean una atmósfera de batalla inigualable. Para mi gusto lo mejor de la película.

También es reseñable lo imaginativo y espectacular del mundo Naboo, de la ciudad submarina, de la batalla en esos campos verdes con el ejército dron, del colorido brutal y la ingente cantidad de detalles creativos que se despliegan. Todo forma un gran espectáculo lleno de imaginación.