Haz click aquí para copiar la URL
España España · ZARAGOZA
Voto de Jose Solo Z:
8
Drama Nigel (Hugh Grant) y su mujer Fiona (Kristin Scott-Thomas) son un matrimonio británico de crucero para celebrar su séptimo aniversario de boda. A bordo conocen a la atractiva y deshinibida Mimi (Emmanuelle Seigner) y a su marido Oscar (Peter Coyote), un norteamericano que está inválido en una silla de ruedas. Nigel empieza a sentirse atraído por Mimi, y Oscar, que se da cuenta, le propone que intente seducirla, pero antes le cuenta cómo ... [+]
11 de agosto de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inclasificable película sobre las relaciones de pareja en las que se recorre todo el abanico posible de sensaciones:
La magia, inocencia, enamoramiento, la pasión y la lujuria del principio.
La rutina, la tranquilidad y el comienzo del hastío de la fase media (si no has hecho nada por recuperar la pasión, claro).
La perversión, la crueldad, el sadismo y el masoquismo de la relación que no se recuperó y ahora es tóxica y enfermiza para todos.

Guión, muy bueno.
Por medio de la narración del inquietante protagonista (genialmente caracterizado por Peter Coyote) de su particular subida al Cielo y descenso a los infiernos en su enamoramiento de la exuberante Emmanuelle Seigner conocemos la historia de este seductor-vividor y a los de su calaña.
El pánfilo personaje interpretado por Hugh Grant (le pegan este tipo de personajes) es abducido y fascinado, a la vez que el espectador, por esa historia de amor/pasión/lujuria/perversión/humillación/desprecio/crueldad mientras escucha y mientras espera la ocasión de intentar seducir a Mimí, la mujer del narrador. Ya que en su relación pasadísima de rosca y totalmente abierta eso no supone ningún problema.
Pero la mujer de Hugh Grant, una serena Kristin Scott Thomas percibe la atracción de su marido por Mimí y no piensa quedarse en su camarote esperando a su maridín...

Dirección, brillante. Ahora tierna, ahora mágica. Luego será realista y más tarde enfermiza. Le da una fluidez y hasta cierta lógica a esta malsana descripción de una relación que se ha convertido en un cáncer afectivo. Consigue que se desarrollen las sensaciones en el espectador en esta sucesión casi estática de estados del enamoramiento. Por supuesto que no lo justificas pero se entiende perfectamente la sucesión de pasos que acaba llevando a situaciones humillantes y anulantes para los dos.

Actuaciones, brutales. Convincentes y arrasadoras: el mejor, Peter Coyote. Su partenaire Emmanuelle Seigner también convence con su mirada y sus cambios de registro en el rostro. El parecido razonable de Coyote (y el mismo peinado) que Polanski así como el parecido en alguna escena concreta de Seigner con un peinado y maquillaje que recuerdan mucho a Sharon Tate te hace plantearte hasta qué punto será una película autobiográfica.

Fotografía, buena. Aunque no es el plato fuerte de esta película. Escenas y composiciones fascinantes y crueles.
En una escena se hacen una fotografía Peter Coyote y Emmanuelle Seigner en unos decorados de feria.
El parecido de esa foto con la de Polansky y Sharon Tate en la vida real, me produce escalofríos. ¿Fue así su relación? ¿Casualidad? Las películas de Polansky traspasan a menudo lo provocador para instalarse en lo enfermizo...
Jose Solo Z
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow